El escritor jienense presentó su última novela en el escenario donde se desarrolla parte de la historia, el ?oppidum? ibero de Puente Tablas
Juan Eslava Galán nunca tuvo bastante con describir su aldea, tal y como proclamara Tolstoi, sino que durante años ha descrito su tiempo y sus pueblos. Desde aquella biografía crítica de Jofra, “el pintor de los campesinos”, en 1975, hasta su última novela “Rey Lobo” (Editorial Planeta), que verá la luz el próximo lunes 15, Eslava ha vertido en sus obras la intrahistoria de su tierra. Ayer, en el “oppidum” ibero de Puente Tablas, donde se desarrolla parte de la novela, su autor, acompañado del amigo, catedrático y director del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica, Arturo Ruíz, presentó la historia de un hombre del ocaso del mundo ibero allá por el siglo V a J.C.
Zumel, el protagonista, debe completar su viaje a la madurez cazando a un lobo. Encuentra un ejemplar negro, conocido como el “Rey” aunque, tras matarlo se lo entrega a su amigo Turrillo, hijo del jefe de la aldea, para no dejarle en entredicho.
Este es el inicio de un largo viaje de aventuras y amor al que Juan Eslava definió como una aventura con “guiños jienenses” que divierten al autor en muchas de sus novelas. Sin embargo, “Rey lobo” es la primera novela histórica del tiempo de los iberos, que jalolaron de piedra y adobe esta tierra desde el siglo VI hasta el I a. C., y que sucumbieron al poder del imperio romano.