Existe una tendencia al alza de las listas de espera de menores para entrar en un centro de acogida con un aumento del 72 % en los últimos tres años
La Cámara de Cuentas de Andalucía ha alertado sobre el aumento del tiempo medio para valorar la idoneidad de tratamiento en los menores que precisan Atención Temprana, que pasó de 27 días de media en 2017 a 37 en 2019.
Así se recoge en el informe de "Fiscalización de cumplimiento y operativa de la gestión de la Atención Infantil Temprana", en el que el órgano fiscalizador precisa que en un 32 % de los casos se supera el plazo de 30 días establecido en el Decreto 85/2016, dato que ha ido en aumento, ya que en 2017 era un 20 % y en 2018 un 27 %.
Las listas de espera de los Centros de Atención Infantil Temprana (CAIT), correspondientes a 2019, indican que eran 4.614 los menores pendientes de obtener una plaza para poder recibir tratamiento, con Sevilla, Málaga, Cádiz y Granada como provincias con mayor número de niños, ya que superan los 300.
Existe una tendencia al alza de las listas de espera de menores para entrar en un centro de acogida con un aumento del 72 % en los últimos tres años.
En cuanto al inicio del tratamiento, la evolución es a la baja, ya que el tiempo medio en 2019 era de 93 días, mientras en 2018 eran 104 y en 2017 la media alcanzaba los 128 días.
Por todo ello la Cámara de Cuentas recomienda, en cuanto a la fiscalización de cumplimiento, planificar adecuadamente la gestión de la contratación, de forma que se identifique la necesidad de los contratos, de los recursos presupuestarios, otras necesidades específicas y la elaboración y alcance de los estudios previos, así como la elaboración de un cronograma.
Respecto a la fiscalización operativa, señala la necesidad de establecer una estructura dedicada exclusivamente a la gestión de la atención temprana con la dotación de los recursos necesarios, tanto en los servicios centrales como en las delegaciones territoriales.
Además recomienda marcar objetivos e indicadores basados en datos que sean útiles, de forma que se pueda realizar un seguimiento efectivo de los mismos, además de contar con un sistema de control interno que revise y detecte errores, para mitigar los riesgos detectados.
Apuesta también por contar con un seguimiento de los menores una vez que abandonen el programa de Atención Temprana a los 6 años y por incrementar los medios para la gestión, con el objetivo de evitar que existan listas de espera, que los CAIT hagan más sesiones de las contratadas y que los menores reciban menos de las fijadas en los contratos.