Ofrecen un local a los empleados de Rianal a cambio de los impagos

La plantilla de los trabajadores del establecimiento textil del centro Rianal prosiguen con las concentraciones diarias a las puertas de la tienda, una situación que se repetirá hasta el próximo 31 de julio, aunque en los últimos días han decidido, de una manera pacífica y silenciosa, acompañar al dueño del establecimiento, Ricardo Sainz, con pancartas alusivas hasta su coche a diario, “a ver si de una vez por todas reacciona”.
Una situación que ha llevado al gerente de la empresa a, por una vez, plantarle cara a los trabajadores y ofrecerles, a cambio de todas las deudas y las posibles indemnizaciones, un local de su propiedad en el Edificio Versalles de la calle Santa María. Así lo comunicaba a este medio el responsable sindical de Comisiones Obreras de Comercio y Hostelería. Antonio Ramos, quien ve en esta posibilidad, como así también opinan los propios empleados “un verdadero disparate”.
“Lo único que desean esta veintena de trabajadores es continuar con sus puestos de trabajo. Convertirse en múltiples propietarios de un local no les beneficia, pues no necesitan un edificio para su posterior venta, ya que tendrían, además, que hacerse cargo de todas las tasas que ello conlleva. Lo único que quieren es trabajar, pues saben que la quiebra de Rianal no ha sido por la falta de clientela o por la crisis, sino porque el dueño ha dejado que se muera sola no comprando material y despreocupándose de la tienda”, afirma Antonio Ramos.
Y es que desde CCOO insisten en que una vez acabado el expediente de regulación de empleo que se llevó a cabo hace dos años, “no se ha puesto en marcha ningún plan para reflotar la empresa, un punto que quedó estipulado cuando se firmó el ERTE”, siendo la actitud de la gerencia “totalmente negativa, ya que han dejado de comprar mercancía, con lo que la tienda no podrá remontar”.
Junto a esta situación, cabe destacar que a los trabajadores, que han sido prudentes a la hora de hablar para no perjudicar a la empresa y tratar de salvarla, “se le adeudan ya cuatro meses de salario así como las pagas extraordinarias”, tal y como insisten desde el sindicato. Por ello, seguirán cada día a las puertas del establecimiento donde aún, numerosas personas y fieles clientes a la tienda, siguen acudiendo a la espera de que entre nueva mercancía.