El Athletic Club se estrenará este sábado en San Mamés, en un clásico duelo liguero ante el líder Atlético de Madrid, que se presenta como un excelente test para calibrar la solidez del nuevo proyecto bilbaíno, después de los buenos detalles apuntados en el debut frente al Hércules.

Los tres puntos sumados en el Rico Pérez gracias a un gol marca de la casa del campeón mundial Fernando Llorente premiaron a un Athletic que, sin demasiado lustre pero con eficacia y las ideas muy claras, apunta sin complejos hacia Europa desde el banderazo de salida.

Es por ello que la visita a La Catedral del equipo más en forma en estos albores del campeonato, un rival que además se ha exhibido en Bilbao en los últimos años de la mano de Forlán y Agüero, cuenta con todos los ingredientes necesarios para disfrutar de una intensa noche de fútbol en un día y a una hora muy del gusto de los locales.

El estado de Gaizka Toquero, casi recuperado en tiempo récord del fuerte esguince que sufrió en Alicante en un tobillo que le obligó a caminar con muletas durante cuatro días, parece la única duda que mantiene Joaquín Caparrós acerca de un once que todo apunta a que será el mismo que jugó en la jornada inaugural.

En caso de que el delantero vitoriano no se encuentre en plenitud física, jóvenes como Ibai Gómez o Igor Martínez contarían con posibilidades de acompañar a Llorente, si bien la primera opción del técnico andaluz, como en Alicante, podría ser la de desplazar a Susaeta al ataque e introducir a David López como interior derecho.

Mientras tanto, el Atlético de Madrid intentará defender su primera plaza de la clasificación ante un Athletic, con el que está igualado a tres puntos, en un duelo que siempre asegura intensidad entre dos equipos que medirán sus buenas sensaciones.

Ambos equipos pugnarán por la cima de la tabla con permiso de Barcelona, Sevilla, Espanyol, Valencia y Real Sociedad, también vencedores en la primera jornada.

El Atlético, de momento, es el líder por la diferencia de goles. No es una noticia irrelevante para el equipo rojiblanco, aunque sólo se haya disputado un encuentro, porque sus apariciones más recientes en lo más alto de la tabla han sido contadas y porque ahora tiene la opción de mantenerse en esa posición durante dos jornadas seguidas por primera vez desde la temporada del doblete, en 1995-96.