Medio Ambiente intentará desinfectar 300 palmeras más afectadas por el picudo rojo

Publicado: 14/11/2010
En enero de 2010 se pusieron las vías a los ejemplares del parque Calderón
El área de Medio Ambiente está haciendo verdaderos esfuerzos desde 2008 (fecha hasta la que la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Agricultura y Pesca asumía esta lucha como de su competencia)para combatir el mal del picudo rojo (rhynchophorus ferrugineus)en las palmeras de la ciudad. Y muestra del interés que el Ayuntamiento tiene en acabar con este insecto y la infección que está transmitiendo a estas especies arboreas es que, según indica la responsable de la concejalía, Blanca Merino, se ha cerrado la contratación extra para el tratamiento de 300 palmeras más.

Y es que, reforzando los trabajos que se han venido realizando durante el año, ahora que ha entrado el invierno se han tratado ya 500 palmeras. Asegura que según el decreto de la Junta de Andalucía “es en invierno el momento más adecuado para el tratamiento y la poda de las palmeras afectadas, cuando las temperaturas bajan de los 25 grados, por lo que es en estas fechas cuando hemos desplegado todos los medios y pueden verse por toda la ciudad los trabajos de prevención, quitar las hojas e intervención, cirugía e instalación de vías”, señala.

La edil popular confiesa que “personalmente califico la situación de muy preocupante y por eso hay que adoptar todas las medidas necesarias y poner a disposición de este problema todos los medios de que dispone la Concejalía de Medio Ambiente, de hecho los podadores de la empresa concesionaria se dedican casi exclusivamente a atender palmeras afectadas, incluso los trabajos de poda previstos para este invierno se están suspendiendo para sustituirlos por atención a las palmeras”, en respuesta la importancia que este problema tiene para Medio Ambiente.

Así, se planifican los trabajos por semanas, “para hacer un seguimiento exhaustivo del problema y ya que los medios son limitados priorizamos el tratamiento de los ejemplares que suponen un riesgo para la población por la caida de las grandes hojas, e igualmente hacemos especial hincapié en los casos que afecten a palmeras históricas o muy arraigadas en el paisaje de la ciudad”.

Comenta que “para todo esto hemos puesto en marcha procedimientos urgentes de contratación extraordinarios para poder sufragar los gastos que conllevan, para reforzar las actuaciones ordinarias que veníamos haciendo y podemos ver ya los frutos de algunas ya recuperadas, a pesar de que estaban prácticamente muertas, como una de La Puntilla, en cambio otras a pesar de haber recibido seis tratamientos correctamente siguen infectadas”.
Reconoce Merino además que el Ayuntamiento está aplicando las últimas investigaciones al respecto, estando a la vanguardia de estos tratamientos, “como demuestran las continuas visitas de técnicos de Medio Ambiente de otros municipios, para tomar nota de las experiencias en esta ciudad y de los tratamientos con los que nosotros recuperamos ejemplares infectados, así como las técnicas de cirugía que empleamos en las palmeras. San Roque, Cádiz y Tomares han sido los últimos en visitarnos”, explica.

Insiste en que “desde que la Junta trasladó la competencia a los ayuntamientos, cuando ya se sabía que era una
pandemia del arco mediterráneo, nos encontramos con una responsabilidad difícil de asumir con los medios de los que disponemos. Estoy en contacto con otros municipios de la provincia para que busquemos soluciones de otras administraciones, porque estamos todos en el mismo barco y el picudo rojo, a pesar de su nombre, no tiene color político y es labor de todos trabajar juntos para buscar soluciones”.

Hablando en cifras, Blanca Merino destaca que en Andalucía en 2008 se talaron 9.845 ejemplares, ascendiendo el número en Cádiz a 305, casi la totalidad en el Campo de Gibraltar.
Pero ante la avalancha de la responsabilidad, la Junta decidió delegar competencias en los ayuntamientos, en el caso de las palmeras públicas, y a los propietarios en las privadas.

Historia

Explica la responsable de Medio Ambiente que la primera palmera detectada con picudo rojo en El Puerto fue una privada en la calle Valdés y nueve meses después once también privadas en Fuentebravía. “Aunque la responsabilidad era de los propietarios, como medida preventiva extraordinaria y ya puestos en alerta sobre esrta infección, el Ayuntamiento las abatió con el fin de evitar la propagación de la plaga”. Además, desde Medio Ambiente “se hizo un estudio de esta problemática recabando información, visitando zonas afectadas y estudiando posibles tratamientos. Hay que tener en cuenta que hasta entonces no había indicios de que fuera a
sobredimensionarse como luego ha ocurrido”, para lo que no había asignación presupuestaria.

De hecho, informa de que “no ha sido hasta el 23 de marzo cuando la Junta califica de utilidad pública la lucha contra el picudo a través del decreto 77/2010 y establece los métodos de tratamiento a seguir y los protocolos”. A pesar de esto, ya en enero, avanza, el Consistorio se adelantó a la medida y Medio Ambiente “ya había instalado las vías para los tratamientos en el parque Calderón, donde se encuentra el mayor palmeral de mayor valor”.

A pesar de que insiste en que se están poniendo todos los medios al alcance del Ayuntamiento al servicio de esta plaga, la propagación “ha sido mucho más rápida de lo que todos los organismos preveían, ya que los daños se visualizan cuando la palmera está gravemente afectada. A ello hay que añadir que muchos propietarios privados no atienden, en muchas ocasiones, a los tratamientos que impone la Junta, bien por desconocimiento o por el elevado coste que supone, por lo que sólo se actúa por parte municipal”. Y aún así, Medio Ambiente ha puesto a disposición de los particulares la inspección y el asesoramiento técnico así como un bando municipal y unas jornadas de información.

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