Asimismo, desde Aqualia aclaran que las medidas correctoras puestas en marcha desde que se detectó el primer episodio han consistido en el sellado de juntas, la instalación de dispositivos de cierre, la reparación y puesta en marcha del sistema de desodorización de la planta, la reducción de la sobrecarga de materia orgánica o la puesta en marcha del puente móvil del decantador secundario para evitar la acumulación de fangos. No obstante, tanto desde el Ayuntamiento, como ya hicieron en su momento, como desde la entidad concesionaria del ciclo del agua en el municipio, resaltan que “en ningún momento” los niveles registrados han supuesto un “peligro para la salud pública”.
Así las cosas, tanto desde el Consistorio como desde Aqualia anuncian la ejecución de una serie de obras de mejora y ampliación valoradas en 1,4 millones de euros para la adecuación y optimización de las instalaciones de la EDAR, a las que se sumarán otras actuaciones de mejora en colectores generales y en la estación de bombeo Las Piletas para completar un presupuesto total de 2,7 millones de euros, con el fin de prevenir en su origen que estas incidencias vuelvan a producirse.
Estas obras mejorarán el sistema de depuración de la ciudad hasta que tenga lugar la reubicación de la nueva EDAR a terrenos agrícolas. A esto hay que sumar la elaboración en los próximos meses de un Plan de Mejora de la Calidad del Aire de Sanlúcar por parte de la Junta.