El Reina Sofía incorpora un soporte ventricular que ofrece más autonomía al paciente

Publicado: 22/08/2024
La única alternativa que permite a estos pacientes tolerar la espera, habitualmente muy prolongada, hasta el tratamiento definitivo, que es el trasplante
El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba cuenta desde hace un año con un nuevo dispositivo que sustituye la función del corazón de niños con insuficiencia cardiaca terminal y que aporta más autonomía que los equipos que se venían usando en estos casos, ya que la asistencia ventricular, más conocida como corazón artificial, es la única alternativa que permite a estos pacientes tolerar la espera, habitualmente muy prolongada, hasta el tratamiento definitivo, que es el trasplante de corazón.

Según ha informado la Junta de Andalucía en una nota, el centro cordobés ha sido el segundo del país, tras el Hospital Universitario La Paz de Madrid, en incorporar este nuevo soporte, que incluye otras importantes mejoras para los y las pacientes.

Hasta su adquisición, el centro cordobés usaba dos equipos extracorpóreos de gran peso y tamaño (unos 80 kilos), características que limitaban significativamente la movilidad de niños. En cambio, el nuevo equipo pesa alrededor de nueve kilos y posibilita que quienes se conectan a él puedan descansar mejor, ir al baño solos e, incluso, salir a los exteriores del hospital, algo fundamental si se tiene en cuenta que suelen estar conectados semanas y meses.

El dispositivo novedoso fue utilizado por primera vez en el Hospital Reina Sofía en una niña de once años con una cardiopatía compleja, que previamente se había sometido a numerosos procedimientos percutáneos y quirúrgicos en su hospital de origen. Para su implante, es necesaria la intervención de un equipo multidisciplinar en el que participan Cirugía Cardiovascular, Cardiología Pediátrica y de Adultos, Intensivos Pediátricos, Anestesia Infantil, Pediatría y perfusionistas y personal del bloque quirúrgico, fundamentalmente.

La cardióloga pediátrica Elena Gómez ha explicado que, "tras estudiar el caso, se descartó la cirugía cardiovascular convencional y se indicó el trasplante como única alternativa terapéutica y, teniendo en cuenta que la situación clínica que presentaba y la propia anatomía de la cardiopatía complicaban extremadamente la realización del trasplante, optamos por la asistencia ventricular no convencional y realizamos una serie de ampliaciones en los vasos a los que tiene que ir conectado el corazón trasplantado, con la intención de disminuir en el futuro el tiempo de isquemia del deseado trasplante".

Por su parte, el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, Ignacio Ibarra, ha apuntado que el soporte "permitió mejorar la situación basal de la paciente para afrontar el trasplante con más garantías de éxito -tal y como sucedió- y asumimos un reto añadido, pues tuvimos que adaptarlo a las características del corazón univentricular que presentaba la menor".

Los menores que se conectan a este novedoso equipo requieren de un estrecho seguimiento. "Durante este periodo están ingresados en la UCI Pediátrica, con monitorización constante del funcionamiento del dispositivo, de la terapia de anticoagulación, de su situación neurológica y de la evolución de las heridas quirúrgicas, entra otras. La estancia se suele prolongar meses, lo que hace que se establezcan lazos afectivos muy estrechos con pacientes y familiares", según ha aclarado el doctor Ibarra.

Finalmente, el cirujano cardiovascular, Carlos Merino, referente en la implantación del corazón artificial, ha destacado la complejidad de la cirugía que hay que llevar a cabo para la colocación del dispositivo, pues "son pacientes muy frágiles que, en la mayoría de los casos, se han sometido previamente a intervenciones para tratar de recuperar una adecuada circulación. Lo que conseguimos con el implante es que éste realice parte de las funciones que el corazón hacía de manera deficiente o que no podía desarrollar y esto había ocasionado otras lesiones o disfunciones".

Además de esta primera paciente, el dispositivo se ha usado en tres ocasiones más en el Hospital Reina Sofía. El nombre técnico de este soporte extracorpóreo es consola Active para el control del dispositivo Excor. El Hospital Reina Sofía inició su andadura en el uso de los soportes ventriculares externos hace 15 años y es el único centro andaluz donde se llevan a cabo trasplantes infantiles de corazón.

 

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