El año político, en el que el mandato de Juanma Moreno ha llegado a su ecuador con relativa placidez gracias a la mayoría absoluta que ostenta, ha estado marcado de nuevo por las reclamaciones al Gobierno central, los problemas de la sanidad, la buena gestión durante la dana y la incertidumbre en un PSOE-A en crisis.
Alguna claves de la situación política andaluza en este año son las siguientes:
La crisis del PSOE-A que podría arrastrar a Espadas
Juan Espadas, auspiciado por Ferraz, ganó las primarias en 2021 a la hasta entonces secretaria general, Susana Díaz, recién desalojada de la Presidencia de la Junta y, cuatro elecciones consecutivas perdidas y tres años después, está a las puertas de un congreso regional del PSOE-A con la incógnita sobre si repetirá como máximo responsable del partido.
Más allá de un movimiento crítico que no parece muy homogéneo, Espadas afronta un final de 2024 y un principio de 2025 con numerosos rumores sobre si terminará siendo sustituido antes de la carrera de las primarias, a las que anunció en septiembre que se presentaría.
El Congreso Federal del PSOE, que ha encumbrado en Sevilla a Pedro Sánchez, no ha servido para reforzar al líder andaluz sino más bien al contrario, ya que no ha tenido guiño alguno por parte del responsable del partido, lo que ha abierto las especulaciones sobre si una de las federaciones a renovar es la andaluza.
El cuestionamiento de Espadas como figura capacitada para poder derrotar al PP ha crecido de manera proporcional a los constantes rumores sobre si finalmente se producirá el desembarco de la vicepresidenta andaluza María Jesús Montero, aunque en los últimos tiempos se baraja la posibilidad de una bicefalia Serrano-Montero como secretario general y candidata a la Junta.
El debate sanitario, otra vez
La discusión política en Andalucía ha estado encabezada, de nuevo, por el debate en torno a la gestión sanitaria, el arma arrojadiza de la oposición contra el Gobierno autonómico, desde el que se ligan los problemas a carencias globales que afectan a todo el país.
El asunto sanitario ha llegado incluso a los tribunales, ya que un juez ha citado como investigados a tres gerentes del SAS por los contratos de emergencia en la sanidad pública, a raíz de la denuncia que interpuso el PSOE, partido que cree que instancias aún más altas del Gobierno andaluz tendrán que dar explicaciones ante la justicia.
El presidente, Juanma Moreno, ha asegurado que es consciente de los problemas en la sanidad y pide un pacto estatal. Además, ha hecho un gran anuncio antes de terminar el año: Más citas disponibles y respuesta sanitaria antes de 72 horas.
La polémica en la gestión sanitaria, que a final del pasado año ya supuso el relevo de la cúpula de Salud, volvió a quedar patente en los cambios de gobierno que ejecutó Moreno en verano, ya que la consejera, Catalina García, fue sustituida y pasó a la cartera de Sostenibilidad.
Cambios de calado en el Gobierno
A final de julio, Moreno llevó a cabo una importante reforma en su Ejecutivo y acometió cambios de calado para afrontar la segunda mitad de la legislatura. De hecho, sustituyó a las titulares de las dos consejerías con mayor presupuesto, Salud y Educación, y cambió de portavoz.
La consejera de Salud es desde entonces Rocío Hernández, con un perfil más técnico, y la responsable de Desarrollo Educativo es Carmen Castillo, inspectora de Educación que fue viceconsejera con Javier Imbroda en la legislatura pasada.
Catalina García pasó de Salud a Sostenibilidad, y Patricia del Pozo dejó Desarrollo Educativo para volver a Cultura y Deporte. El sector cultural se desgajó así de Turismo, para darle más relevancia.
En la portavocía, la consejera de Economía, Carolina España, sustituyó a Ramón Fernández-Pacheco, que se quedó con Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural tras la salida de Carmen Crespo hacia el Parlamento europeo.
Las reclamaciones al Gobierno central
Tras un 2023 que acabó con uno de los grandes acuerdos de la Junta con el Gobierno central, el de la regularización de los regadíos de Doñana, continuaron pendientes numerosas reclamaciones, entre ellas la revisión del nuevo modelo de financiación autonómica, un asunto que se agravó con el acuerdo sobre la "singularidad" catalana.
El Gobierno de Moreno aunó fuerzas con otras comunidades reclamando, además de la retirada urgente de la financiación singular para Cataluña, la aprobación de un Fondo Transitorio de Nivelación, ya que Andalucía considera que pierde 1.522 millones de euros anuales con el vigente sistema.
Esta se une a otras reclamaciones al Gobierno de España como la aprobación de pactos nacionales sobre agua o sanidad, o la consideración de Andalucía como frontera sur de España y Europa a efectos de la respuesta ante la inmigración, además de la cofinanciación de la dependencia o las grandes infraestructuras hídricas, viarias y ferroviarias de competencia estatal pendientes.
Especial beligerancia ha mostrado estos últimos meses la Junta ante la intención del Gobierno de poner en marcha un impuesto a las eléctricas, una medida que desde el Ejecutivo de Moreno se denuncia que va a poner en peligro inversiones millonarias.
El éxito en la gestión de la dana
Andalucía dejó atrás la segunda dana sin víctimas mortales -sí hubo un fallecido en la primera-, en lo que ha supuesto un logro colectivo que va desde la gestión política hasta la crucial sensibilización de los ciudadanos tras la catástrofe de Valencia.
La gestión del Gobierno andaluz supuso un nuevo refuerzo político a nivel nacional para Moreno, sobre todo después de las polémicas en torno a las decisiones en Valencia.
Más de 4.000 desalojos preventivos; suspensión de clases en todos los niveles educativos durante uno o dos días en hasta cinco provincias; alertas masivas a la población en aviso rojo cuando todavía ni llovía; presencia constante en todos los canales de información; y comunicación constante entre las distintas administraciones.
Moreno, junto al consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, lideró la gestión de las emergencias, rehuyó cualquier polémica entre administraciones y optó por la colaboración y el trabajo conjunto. El Gobierno central, los ayuntamientos y los partidos de la oposición remaron en la misma dirección.
Victoria por primera vez del PP en las Europeas
El 9 de junio, el PP logró en Andalucía la única victoria electoral que le quedaba: las europeas. Los populares ganaron los comicios con 1.101.402 votos, un 37,86 %, frente a los 935.492 logrado por el PSOE. el 32,16 %, con el que Juanma Moreno cerró el ciclo virtuoso de victorias electorales: autonómicas de 2022, las municipales de mayo de 2023, y las generales de julio de ese mismo año.
Estas cuatro victorias consolidaron el cambio de ciclo político en Andalucía, una comunidad en la que el PSOE gobernó durante casi cuatro décadas de forma consecutiva, hasta el año 2018, fecha en la que Moreno accedió a la Presidencia de la Junta pese a lograr los peores resultados del PP, pero sumó gracias a los pactos con Cs y Vox.
La ventaja de más de cinco puntos del PP sobre el PSOE en Andalucía en las Europeas fue especialmente significativa, ya que en las últimas de 2019, la victoria de los socialistas resultó abrumadora y casi duplicó en votos al PP, con un 40,5 % frente al 22 %, por lo que la subida de los populares fue de más de 15,5 puntos.
