El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado una sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba que condena a siete años de cárcel a un varón acusado de delitos de posesión de un arma de guerra y droga en un domicilio de la capital cordobesa, tras distintos registros.
Según recoge la resolución, el Alto Tribunal andaluz ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por el acusado y confirma la sentencia de la Audiencia de Córdoba, aunque cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS).
En concreto, se da por probado que el Cuerpo Nacional de Policía realizó una investigación y seguimiento del condenado y su padre entre los meses de septiembre y octubre de 2019, "por tener fundadas sospechas de que pudieran estar dedicándose al tráfico de drogas y armas".
Fruto de ese seguimiento, la Policía descubrió que, sobre las 15,30 horas del día 22 de octubre de 2019, el varón salió de su piso de la capital portando una caja de grandes dimensiones que desprendía un fuerte olor a marihuana y se introdujo en un vehículo, siendo más tarde interceptado por agentes en la carretera de Palma del Río en dirección a Córdoba, donde le intervinieron el cannabis que iba dentro de la caja y lo detuvieron.
Ese mismo día y con el consentimiento previo de los titulares, la Policía registró ese domicilio, encontrando en su dormitorio objetos que él mismo entregó voluntariamente, como son una bolsa negra con una sustancia con un peso aproximado de cien gramos de cannabis; un macuto con un subfusil ametrallador, modelo Makarov, de fabricación polaca, con su cargador, capacitado para el disparo y con buen estado de uso.
Asimismo, cinco cajas con 116 cartuchos, munición propia del subfusil; un chaleco antibalas; un cuchillo de cocina con restos de sustancia, seis navajas, dos cortasedales con doble hoja y un machete de grandes dimensiones, todo ello en un armario, junto a una bolsa de plástico con un cartucho detonador percutido; un cartucho calibre 36 con vaina roja; dos cajas de munición calibre 22 y 36; un cartucho calibre 357 Magnum; un revólver sin cañón calibre nueve milímetros; un detonador de simple y doble acción, fabricado en Turquía y que se encuentra en mal estado de conservación; una carcasa corredera de una pistola detonadora; numerosas llaves, y un teléfono móvil para su estudio.
SEGUNDO REGISTRO
Con posterioridad, la Policía, previo consentimiento del varón, entró y registró otra vivienda situada en una calle de Córdoba, a la que acudía con frecuencia, y hallaron 113 plantas de marihuana en período de crecimiento y esquejes; 40 plantas de una altura de un metro; 21 lámparas halógenas con bombillas, nueve magnetos térmicos, un extractor, dos ventiladores y dos hojas manuscritas grapadas en la pared con indicaciones del cultivo.
El total de la droga intervenida asciende a cuatro kilos de hojas de planta de cannabis, con porcentaje de tetrohidrocannabinol del 3,31%, con un valor en el mercado ilícito de 20.568 euros; más de un kilo neto de cannabis, con un porcentaje tetrohidrocannabinol de 18,73%, con un valor de mercado de 5.793 euros.
De este modo, ha sido condenado a cinco años de prisión por el delito de posesión de arma de guerra y otros dos por el delito de posesión de droga que no causa grave daño a la salud pública, así como el pago de una multa de 39.542 euros, a la vez que ha sido absuelto de un delito de tenencia ilícita de armas por el que estaba acusado. También, el padre ha sido absuelto de los delitos por los que fue acusado.
