S. de Alcázar cree que ?echar? a los alcaldes es ?una inmoralidad?

José Enrique Fernández de Moya es el segundo alcalde que ostenta el bastón de mando de la ciudad y el acta de diputado autonómico en el Parlamento andaluz. El primero fue Miguel Sánchez de Alcázar, que hoy ocupa un escaño en el Senado. Para él, la decisión de hacer incompatible ambos cargos es “una inmoralidad y una incoherencia”.

Sánchez de Alcázar cree que es una “incoherencia” puesto que durante los últimos años muchos alcaldes socialistas han ocupado su puesto en el Parlamento andaluz sin que se haya tomado esta decisión. “Cuando han perdido la mayoría de las alcaldías, entonces deciden esto”, lamenta el ex alcalde, quien cree que con iniciativas así “pierde crédito la política”. En este sentido, incide en que es una decisión “irresponsable, sectaria y absolutamente coyuntural”, basado en un “ejercicio de prepotencia”.

Esta ‘expulsión’ de los alcaldes del Parlamento es, según el senador, es una prueba de la “falta de calidad democrática” de los socialistas e IU y advierte de que se hace desde una “muy dudosa legalidad”.

En cuanto a la utilidad de esta compatibilidad de ambos cargos, Sánchez de Alcázar insiste en que si se aprovecha bien es “bastante positivo”, pues se trata de un “foro de manifestación” para los municipios en el Parlamento.

Fernández de Moya tendrá que abandonar su escaño y dedicarse en exclusiva al Ayuntamiento de la capital. El alcalde lamentó que PSOE e IU quieran “quitar la voz de los jiennenses en el Parlamento. Quieren que no se oiga la voz de Jaén en el Parlamento y vamos a luchar hasta el final para que eso no sea así y que los alcaldes puedan estar, como cualquier otro ciudadano, en el Parlamento”.