El Ministerio de Derechos Sociales, Agenda 2030 y Consumo tiene previsto limitar a una vez al mes los platos precocinados que se sirvan en comedores escolares, entre los que se incluyen "rebozados, croquetas y pizzas".
Así lo ha anunciado el ministro, Pablo Bustinduy, en una entrevista en Catalunya Radio recogida por Europa Press, en la que ha explicado que la recomendación actual es que se "pongan un máximo de tres" veces al mes este tipo de platos, pero en la actualidad "al menos un tercio de colegios los sirven más".
Bustinduy se ha referido al impacto de la renta en la alimentación de los menores y se ha mostrado convencido de que "todo el mundo quiere que sus hijos coman bien, que tengan bienestar y que tengan salud". Por ello, la pretensión de su ministerio es "garantizar que al menos esas cinco comidas a la semana (en el comedor del colegio) ofrezcan las condiciones para formar hábitos saludables, nutricionales, a todos los niños independientemente del código postal en el que vivan o de cuánto dinero tengan sus padres y sus madres". "Creo que es algo que es razonable, que es sensato", ha añadido.
El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 trabaja en un Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles en el que se fijará que al menos el 45% de las raciones de frutas y hortalizas que se sirvan en los colegios e institutos deberán ser de temporada, y que al menos el 5% del gasto mensual que cada comedor escolar destine a la compra de productos debe usarse para adquirir alimentos de producción ecológica.
Además de instar al consumo de fruta en los comedores escolares con mayor frecuencia, prohibirá el consumo de bebidas azucaradas en las comidas. Además de la limitación de los alimentos ultraprocesados e hipercalóricos, se deberá ofrecer carne y pescado que cumplan los estándares de calidad nutricional, y se aumentará la cantidad de legumbres y cereales integrales en los menús escolares. El real decreto apostará por circuitos cortos de producción y por los alimentos de cercanía para acceder así a productos más sostenibles, de calidad y que fomenten las economías locales.