La consternación en el municipio en aquel día fue notable, ya que se trataba de una persona muy conocida en el municipio.
Una vez encontrado el cadáver la hermana de Luis llamó a la Guardia Civil, que se personó en el domicilio del guitarrista, situado en la calle Ortega. Tras acordonar la zona hizo acto de presencia la Policía Judicial, que realizó una concienzuda toma de muestras y de huellas. De hecho, no fue hasta las 15 horas cuando se levantó el cadáver, que fue llevado directamente al Anatómico Forense de Córdoba para realizar la autopsia. Al menos cuatro agentes de la Judicial estuvieron realizando la investigación, que continuó, en el escenario, al día siguiente jueves. Aunque la titular del Juzgado número de 2 de Montilla decretó el secreto del sumario, trascendió que la policía investigaba una posible visita que recibió esa noche en su domicilio.
De este guitarrista, que además daba clases del instrumento en su casa, dijeron sus vecinos que se trataba de una persona amable y servicial. Últimamente, dijo una vecina, se veía con personas que no eran tan buenas compañías.