Los ex mineros de Boliden abandonaron ayer en torno a las 18,00 horas el encierro que mantenían desde primera hora de la mañana en la sede de la Consejería de Medio Ambiente en Sevilla, como empresa responsable de la empresa pública Egmasa, con la que finalizaron sus contratos en diciembre, tras ser recibidos por la secretaria general de Cambio Climático y Calidad Ambiental, Esperanza Caro, quien les garantizó que trasladaría sus peticiones a las Consejerías de Empleo y de Innovación, Ciencia y Empresa, de las que depende su recolocación. 


Según el secretario general del sindicato Minerometalúrgico de CCOO de Sevilla, Juan Antonio Caravaca, el encierro preveía una duración de 24 horas, pero tras observar la "buena actitud" de Medio Ambiente se decidió abandonar las instalaciones por la tarde. 


Los ex mineros plantearon a Caro su situación de desempleo actual, después de finalizar sus contratos con Egmasa, y le solicitaron su ayuda para retomar estos contratos y el acuerdo alcanzado con Empleo e Innovación en 2007 y que finalizaba en diciembre de 2008. 


Así, solicitaron el apoyo de esta consejería, quien se comprometió, según explicó Caravaca, a trasladar sus peticiones a los Departamentos responsables de su posible reubicación. 


Por último, el dirigente sindical anunció que el próximo lunes, los 73 mineros acompañados de sus esposas acudirán al Centro de Transfusión Sanguínea de Sevilla, ubicado en la calle Manuel Siurot, para donar sangre como acto de protesta por su actual situación laboral. 


Los 75 ex mineros de Boliden, de los que dos ya se han marchado de Egmasa, han trabajado en el Plan de Abandono y Restauración de las instalaciones de la siniestrada mina de Aznalcóllar (Sevilla), que lleva a cabo la empresa pública Egmasa, desde la aprobación del acuerdo entre la Junta y los mineros el día 6 de noviembre de 2007 y hasta que se produjera su recolocación definitiva antes de diciembre de 2008.