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Lunes 25/11/2024
 
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Me cae bien Pepe Loaiza

PPLoaiza tiene tipo y cara de capitán del Ejército de Tierra, de esos que te meten un paquete a las primeras de cambio.

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Hay personas que caen mal a simple vista, que las ves y te echas para atrás. Porque tienen cara de guardia civil de los de antes que daban miedo, porque tienen un tipo amenazador, porque te echan miradas que no causan buena impresión...

No sé, es algo que nos pasa con muchas personas y que sufren las personas que nos caen mal sin ningún motivo aparente. Que puede haber luego motivos y la primera impresión sea la acertada, pero que en la mayoría de los casos ganamos mucho en las distancias cortas. Y es que lo digo por experiencia propia, tanto en lo que me afecta como víctima como en lo que afecto como verdugo, de ahí que la afirmación sea absolutamente categórica.

Pues bien, a un servidor le caía mal PPLoaiza por aquello de que lo único que conocía de él antes de llegar a la candidatura a alcalde de San Fernando era que se trataba de un señor que lo tenía puesto el Partido Popular para criticar a todos los que no eran de su cuerda y lo único que leía y escuchaba de él era que todos eran malos menos los suyos. Vamos, lo propio en estos casos.

Además, PPLoaiza tiene tipo y cara de capitán del Ejército de Tierra, de esos que te meten un paquete a las primeras de cambio, y no importa que tenga esa cara porque lo fuera o lo es, que en esto de los militares creo que nunca dejan de serlo, aunque jueguen en la reserva y no salgan al campo ni en los cinco últimos minutos para perder tiempo. Es que tiene cara de pocos amigos.

Luego pasa lo que decía, que se nos conoce a las personas y somos menos cabrones de lo que parecemos -el término utilizado para que me critiquen los tiquismiquis no es el que tiene que ver con la parentela, sino el otro- y la cara de guardia civil de películas de gitanos ya no se ve como se veía, porque aunque antes del encuentro no sonreíamos, resulta que solemos ser cachondos mentales que nos reímos de nosotros mismos. Y si no, pregunten a mis compañeros de redacción.

Pues bien. Ha llegado el momento de la declaración. Amí me gusta Pepe Loaiza, una vez que ya ha dejado de ser PPLoaiza y he tenido algunos rápidos e incluso insustanciales encuentros, pero que han sido suficientes para que la media y corta distancia haya roto el concepto original.

Aquí ya es donde hay que comenzar a tapar huecos para que las críticas no me fusilen y explicar que no me ha ofrecido un puesto de confianza porque no lo aceptaría -y él lo sabe, además de que lo mejor que hace es no confiar en mi con un teclado delante- e incluso sabe que aunque ya me guste y antes no me gustaba, nada va a impedir que critique su política o su falta de política, lo que hace o lo que deja de hacer, lo que consigue o lo que deja de conseguir.

La única diferencia es que ahora, cuando Pepe Loaiza lea que yo escribo que si está haciendo algo qué poco se nota y lo que se nota qué mal hecho está, o que para eso mejor que nos hubieran encasquetado a Moreno... pues sabrá que lo digo porque lo creo, que si me demuestra lo contrario rectifico... y que además me cae bien.

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