En declaraciones a Europa Press, De Paz resaltó que es "muy responsable con el medio ambiente, sobre todo en la producción de escoria, que no se desarrolla, y en que todos los residuos generados se convierten en una pasta inerte que se emplea en rellenar los huecos y eliminar el impacto de las minas abiertas".
Al tratarse de un proceso "muy innovador, es una mina muy competitiva que emplea técnicas del Siglo XXI, por lo que tiene asegurado el precio y la continuidad del cobre".
Además, según apuntó la delegada, "incrementa el valor añadido" y provocará una gran inversión en la zona, así como empleo, "algo importante ya que el desarrollo del Andévalo preocupa", por lo que los alcaldes de la zona "han demostrado que todo lo que sea trabajo y valor añadido es bien recibido, sobre todo cuando cuenta con todas las autorizaciones y parabienes, medioambientalmente hablando".
Con estas garantías técnicas y económicas "sí se puede abrir una mina", según valoró la delegada, que hizo hincapié en que esta infraestructura comenzó su funcionamiento en pruebas a principios del mes de diciembre y "ya cuenta con todas las garantías", a lo que añadió que la entidad irá produciendo "al máximo rendimiento posible poco a poco".