Esto ya está aquí señores. A partir de mañana, el esfuerzo, el trabajo y la espera de miles de hermanos y amantes del mundo cofrade se ven cubiertas con el avistamiento de la Semana Santa 2014. Sin duda, un periodo litúrgico que despierta en la ciudad onubense un ambiente especial mezclado con el olor a incienso y azahar de la primavera. Una semana en la que creyentes y no creyentes, cofrades y no cofrades y cristianos y ateos se lanzan a las calles para disfrutar del ambiente que se despierta en la ciudad aunque un colectivo dirige su mirada a un epicentro y el otro a la pura diversión alejada del culto religioso.
Además de que todas las hermandades ya han repartido sus papeletas de sitio para nazarenos y cuerpo de acólitos, el propio Ayuntamiento juega un papel esencial en la buena marcha de la Semana Grande organizando el dispositivo policial y logístico a la hora de establecer el tramo de Carrera Oficial, en coordinación con la Policía Nacional y Policía Local. Un dispositivo de vastas dimensiones, acorde a la afluencia de público que va a visitar esta semana la capital onubense.
Otro colectivo que espera con expectación esta Semana Santa es el sector gastronómico y los hoteleros. Sobre los segundos se refería Ignacio Caraballo afirmando que “están muy ilusionados” y que, según estimaciones del Patronato de Turismo, se espera llegar a una ocupación hotelera cercana o superior al 80%. Así, la Semana Santa se convierte en el punto de partida de la temporada alta del sector hotelero que ve en la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret un verdadero alumbramiento divino, un relanzamiento de cotas altísimas en el sector.
Sin entrar en discusiones obvias y respetables referente al pensamiento de unos u otros cara a la Semana Santa, a la liturgia y a la religión, es una tontería pedir que no se celebre este acontecimiento. Podría decir muchos más calificativos. Tontería, estupidez, poco generosos. Muchos sectores ven en la Semana Santa una oportunidad para mejorar la calidad de vida que durante meses se mengua debido a la estacionalidad del sector productivo donde está cobijado. ¿Vamos a quitarle a esas personas una de las pocas oportunidades que tienen de hacer negocio y de mejorar, por ende, la calidad de vida y de su familia? Además, recordemos que el aumento del consumo, aumenta la producción y la producción aumenta el número de contrataciones. Contrataciones temporales pero contrataciones. Y todo en una semana. Semana grande en todos los aspectos.