El Servicio Nacional de Fronteras de Panamá informó de que tiene en custodia miles de tucas (troncos) de la preciada madera cocobolo, que está en peligro de extinción, valorados en unos 9 millones de dólares en el mercado chino, donde llega de contrabando desde el país centroamericano.
El director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Frank Ábrego, dijo que el cocobolo que tiene en custodia es producto de las incautaciones que se han realizado en los últimos 6 meses en la provincia panameña del Darién, en la zona fronteriza con Colombia.
En el marco de una graduación de nuevos guardafronteras del Senanfront, Ábrego indicó a periodistas que este jueves decomisaron más de 600 tucas de cocobolo, tras allanamientos realizados a sitios de reconocidos madereros en Darién.
El jefe policial explicó que los madereros "inescrupulosos" se valen de los permisos que la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y las comunidades indígenas les dan para la siembra y la extracción legal de madera teca, para "devastar a Darién de su madera más exquisita y exótica que es su árbol de cocobolo".
Los madereros han sido sorprendidos en esta actividad utilizando permisos falsos y otros alterados.
"Por eso hoy en día el Senafront tiene alrededor de 9 millones de dólares en madera exótica en custodia", remarcó.
Ábrego reconoció que están "bastante preocupados" por esta situación que se da con la extracción ilegal y el contrabando de esta madera en peligro de extinción hacia Asia y China.
Añadió que "de alguna manera" el Senafront ha "forzado" a la ANAM y al Ministerio Público (MP) a que tomen medidas en el asunto e investiguen el daño ecológico y ambiental que acarrea esta actividad ilegal.
En ese sentido, Ábrego dijo que siguiendo instrucciones del MP detendrán cualquier camión que salga de Darién para verificar cuál es la madera que transportan y los permisos que ostentan.
"No somos el Ministerio Público, pero si por mi fuera los meto presos a todos", afirmó el jefe del Sinaproc, tras lamentar que en la Ley y el proceso que se sigue, que dijo respeta, no se contempla la detención preventiva por el daño ecológico causado.
El pasado 8 de abril, el MP y la ANAM firmaron un acuerdo de cooperación para reforzar las medidas de persecución de los delitos ambientales en el país.
En la firma de este documento, la jefa del MP, Ana Belfon, expresó su preocupación por la tala del cocobolo y abogó por la reformulación de las sanciones administrativas que se imponen en los temas de la tala de árboles tengan un nivel de sanciones penal.
El cocobolo es una madera muy dura que no se puede procesar en Panamá y que se utiliza generalmente en la confección de tableros en autos de lujo y para la elaboración de muebles finos.
La ANAM regula la explotación de la madera "cocobolo", en sus especies Dalbergia retusa y Dalbergia darienensis.
Las sanciones por las infracciones a esta regulación van de los 6.000 a los 50.000 dólares, además de una condena de tres años de prisión.