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Viernes 01/11/2024
 

El ojo de la aguja

Perdigones, restaurador artesanal

No cabe duda de que Paco Perdigones es leyenda hostelera en Huelva, que comenzó su andadura profesional en el desaparecido bar de Las Delicias

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No cabe duda de que Paco Perdigones es leyenda hostelera en Huelva. Paco es un hostelero artesanal que comenzó su andadura profesional en el desaparecido bar de Las Delicias en la Isla Chica, haciendo la labor de pinche con temprana edad, bar que regentaban los hermanos Vicente y Andrés Moreno. La andadura de Paco Perdigones en el gremio de la hostelería fue pausada- Llegó a recalar en el Hotel Granada, donde se mantuvo algunos años, en el corazón de la Placeta, restaurante de la entonces Ciudad Deportiva, etc., para establecerse por su cuenta, dando el paso adelante en los aledaños del desaparecido Mercado del Carmen. Paco Perdigones es vertical y verdadero, me confiesa que “he nacido para esto, no sabría hacer otra cosa”.

Domina la hostelería artesanal de cabo a rabo, lo mismo prepara churros o calentitos que atiende el mostrador con diligencia con la ayuda de Juanito,  y también la cocina, totalmente casera, con el apoyo de su señora, elaborada con los genuinos productos de la tierra, en particular costeros, pues no en balde, Paco suele tener abierto otro negocio similar en la calle Fragata de Punta Umbría durante el verano, donde reside. Queda dicho que Paco es un  restaurador artesanal con recetas de su propia cosecha, totalmente onubense, que añade a sus ingredientes  culinarios los golpes de guasa, su buen humor, la amabilidad, de tal manera que la clientela no tiene más remedio que claudicar y arrimarse al mostrador.

Paco es un onubense de pro, lleva muy a gala ser onubense, siente Huelva, la vive a diario y se queda con todas las caras no sólo de la capital, sino también de la provincia. Se duele y  se alegra  en sentimientos con el Recreativo, pero eso sí, también es del Real Madrid, aunque se confiesa el critico más duro cuando las cosas no van bien.


‘Casa Perdigones’ en Huelva es un lugar variopinto, que no vamos a descubrir ahora, lugar de encuentros de ciudadanos onubenses que ya se hallan habituados a sus visitas. Allí para el emblemático cantaor onubense Eduardo Garrocho, también haciendo un alto en el camino Julio Silverio ‘Julito’, el que fuera jugador del Algeciras y del Recreativo. Solía ir también el jugador canario, ya fallecido, que jugó en el Recre, Calixto; el buen flamenco Juan Fortes; compañeros de la prensa,como  José Luis Camacho Malo o su hermano Felix; y el empresario de mariscos Manolo González, que hace tiempo que no veo, por citar a los más conocidos.

Paco Perdigones sabe lo que es estar detrás del mostrador. Su bien ganada experiencia comunicativa en el discurrir de los años, que transmite con natural espontaneidad, hace que el que visita su casa, por un motivo u otro, repita y vuelva.

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