Leocadia Benavente
Hay un juego de sobremesa, Boom, en el que los jugadores se van pasando por turnos lo que viene a ser una bola de cañón con un temporizador, y tienen que tenerla en las manos para responder a una pregunta, tras la cual, la van pasan al compañero de al lado. Cuando el tiempo se agota la bomba explota y pierde el que la tenga en las manos. Boom parece que ha explotado en manos de David de la Encina, al saberse que va a ser necesario contar con más financiación para acabar el aparcamiento de Pozos Dulces.
La noticia podría haber saltado tras las elecciones municipales, y la bomba le habría caído a otro, pero la propuesta de la gestora de los fondos de introducir un nuevo socio que aporte financiación al proyecto ha hecho que la bomba explote de manera anticipada. Los políticos tienen sus tiempos y las empresas tienen los suyos, y no pueden estar al vaivén de las elecciones y de los intereses de los partidos.
La decisión del consejo de Impulsa de no buscar “por ahora” un socio privado, no es más que darle una patada hacia delante para ocultar lo más posible el tema hasta después de las elecciones. Porque si hacen falta dos millones de euros, de algún sitio habrá que sacarlos, e Impulsa no está como para esos esfuerzos económicos.
La noticia de que es necesaria más financiación para terminar el aparcamiento pone de manifiesto que tomar las decisiones al calor de la multitud es desastroso. Las decisiones sobre los temas importantes hay que tomarlas en una mesa, con documentación por delante, y por personas que tengan conocimiento sobre los temas a decidir.
Se creen algunos que su simple presencia en la Corporación municipal ya va a cambiar el curso de las cosas, pero las administraciones son un tren en marcha, y variar un solo centímetro su trayectoria requiere una determinación y unos conocimientos que sólo unos pocos tienen.
Los grandes temas que llevaron al gobierno municipal al Psoe e IU han demostrado que a pesar de los escraches y manifestaciones del “Apemsa no se vende”, Apemsa no ha sido remunicipalizada. Que el “No a los Parkings” ha quedado en “Sí” a un parking pero tarde, mal y más caro.
Que de la oposición al pago de la deuda con los bancos, son los que más han desviado tesorería a amortizar deuda, y no por virtud sino por falta de ejecución de los presupuestos. A este Gobierno se le ha acabado el tiempo, y el juego ha hecho boom.
