Se celebró un 31 de diciembre más una nueva edición del la carrera benéfico-solidaria San Silvestre, que como su propio nombre indica, sirve para recaudar alimentos para las personas necesitadas y para despedir el año viejo de una forma lúdica y alegre combinada con la práctica deportiva.
El recorrido estuvo salpicado de anécdotas jocosas y por el buen humor de los participantes, que iban ataviados con disfraces alusivos a Papá Noel y a las fiestas navideñas en todo su apogeo. El Ayuntamiento estuvo representado por su alcalde, Isidoro Gambín, y por el delegado de Deportes, Raúl Lozano, que quisieron tomar parte en la marcha atlética, que transcurrió por un buen número de calles de Arcos sin llegar hasta el Casco Antiguo.
El grueso de la participación pudo disfrutar de los prolegómenos de la marcha en la calle Muñoz Vázquez, que estuvo cerrada al tráfico antes de darse la salida, lo que constituyó un rotundo acierto.
Otra de las novedades que presentó el recorrido en esta quinta edición fue eliminar el trayecto hasta la barriada de La Paz evitando un sobreesfuerzo innecesario a los niños y a los mayores, que también tomaron parte en la prueba benéfica.
La banda de Cornetas y Tambores del Barrio Bajo amenizó el acontecimiento con la interpretación de sus piezas más festivas y animadas dando un toque de alegría y humor a una tarde en la que cayó un tímido sirimiri que no fue obstáculo para enfriar las ganas de diversión de los más de 240 participantes que intervinieron, batiéndose el récord de inscritos en esta quinta edición, en la que se adelantó el deseo del club organizador de la marcha, el Ciudad de Arcos, de hacerla competitiva, aunque aún es pronto para llevar esa idea a cabo.
