Estos días se cumple un año de gestión de las nuevas corporaciones tras las elecciones municipales de 2015. Es tiempo, por tanto, de recapitular y hacer balance desde distintos puntos de vista. Arcos en Común ocupa el grupo minoritario, con tan solo un concejal, en el organigrama plenario de la ciudad. Sin embargo, su abstención durante la investidura del Gobierno socialista fue fundamental para sostener a éste al frente del Ayuntamiento. Igualmente, su voto a favor en numerosísimas ocasiones ha propiciado que el ejecutivo pueda sacar adelante sus planes de gobierno. La portavoz del grupo es Susana Pérez, una joven que ha dado suficientes pruebas de su compromiso con la ciudad, con un estudio y una exposición pormenorizados de los asuntos que han formado parte del debate plenario.
Su postura en los plenos ha ayudado a la gestión del nuevo equipo de Gobierno socialista porque, en rara ocasión, ha votado en contra de algún punto... ¿Cómo valora ese apoyo?
—Efectivamente, Arcos en Común es una figura predominante según vamos viendo la dinámica en los plenos. Las decisiones que se toman vienen también de la mano de la responsabilidad de Arcos en Común. Decidimos quedarnos en la oposición para que el equipo de Gobierno tome decisiones serias , responsables y rigurosas.
Sin embargo, el propio equipo de Gobierno ha criticado en más de una ocasión la postura “ambigua” de su grupo...
—Me sorprenden las críticas porque el equipo de Gobierno gobierna gracias a la abstención de Arcos en Común. La orientación de nuestro voto es permitir la gobernabilidad y que el mismo Gobierno lo critique nos parece poco serio. Creo que el noventa por ciento de los puntos del Gobierno ha salido adelante gracias al voto a favor o a la abstención de Arcos en Común. Cuando no tenemos la información necesaria, pero viendo que son puntos importantes para que los ciudadanos se beneficien, nos hemos abstenido antes que dar un voto a favor, pero nosotros, al fin y al cabo, no somos los que estamos gobernando.
¿Diría que Arcos en Común está sacando rédito político de su postura?
—No me gusta esa palabra. Nuestras decisiones, para nada, se toman pensando en el interés partidista, sino por el bien común de la ciudadanía. Siempre priorizamos sobre el ciudadano de a pie.
En la campaña electoral, Arcos en Común consideraba que en la ciudad existía un déficit de transparencia y participación en la gestión pública. ¿Ha cambiado algo en un año?
—Los pasos que se han dado han sido pequeños. Tras haberse aprobado un portal de transparencia a instancias de la Federación Española de Municipios y Provincias, vemos finalmente que la transparencia es muy escasa, no sólo en su reflejo en la página web del Ayuntamiento, sino que no nos llega la información al grupo y tampoco se nos llama a las mesas de contratación cuando sería un acto de transparencia total. Al no estar, no podemos conocer los criterios en base a los cuales se adjudican contratos y servicios.
Ustedes vienen dudando de la transparencia en la contratación laboral del Ayuntamiento y así lo han manifestado en más de una ocasión en el propio Pleno...
—Tenemos en el punto de mira las contrataciones que se hacen a través del SAE porque no hay unas bases generales que permitan garantizar unos mínimos a cualquier persona que se vaya a presentar. Hemos pedido al equipo de Gobierno que se anuncie con tiempo las ofertas a través del SAE para darle tiempo a las personas. Después te das cuenta que hay ciudadanos que responden al perfil demandado pero que sin embargo no se han enterado de la oferta. Eso genera incertidumbre y desconfianza.
Este mandato viene marcado por la negativa situación económica del Ayuntamiento. Ustedes propusieron al principio una serie de ideas para optimizar los recursos...
—Y por ahora no se han tenido en cuenta. El delegado de Urbanismo parece estar interesado, pero también está ahí el problema económico. Con estas propuestas demostramos que tendemos una mano al equipo de Gobierno para ayudar a la gestión que necesita la ciudad.
Por citar algunos ejemplos de lo esencial que ha sido el voto de su grupo, le recuerdo que gracias a la abstención de Arcos en Común se pudo paralizar el contrato con Fomento de Construcciones y Contratas para la recogida de basuras en el municipio. No obstante, siempre han sido partidarios de que este servicio sea cien por cien público...
—Nos abstuvimos por falta de información. Bajo ningún concepto queríamos la privatización del servicio porque entendemos que ninguna empresa privada debe sacar beneficio de este servicio tan básico. Ojalá algún día se pueda eliminar completamente ese convenio.
Arcos sigue con sus presupuestos generales prorrogados. ¿Considera que hay argumentos suficientes desde el Gobierno municipal?
—Creo que es bastante negativo para el pueblo de Arcos en general. Ello supone que el Ayuntamiento no pueda invertir en empleo y sacar adelante iniciativas emprendedoras. Esa situación acaba repercutiendo en la ciudadanía. Respecto al capítulo uno de personal, los gastos no se corresponden con los ingresos. El presupuesto debería salir adelante, pues va a terminar el año y todo va a seguir igual.
Ustedes representan, tal vez, el lado moderado en el debate político local. PP y Ai-Pro, también en la oposición, pero con un discurso, si cabe, más crítico y virulento. Ambos sostienen que “Arcos está parado”. ¿Comparte esa opinión?
—Sí, creo que todo está muy ralentizado, pero entiendo que las circunstancias económicas son duras. El equipo de gobierno anterior gastaba y gastaba y no había dinero... Tampoco me gustaría que la gestión actual fuera así, pero hay que priorizar. Volviendo a las bolsas de empleo, no me parece bien que se venda a bombo y platillo que se está creando empleo cuando son contratos semanales que suponen muy pocos ingresos para las familias. La prioridad debería ser crear empleo de calidad para los ciudadanos y que el poco dinero que haya repercuta realmente en una política más agradecida, digamos, con el ciudadano. Nos gustaría que el Ayuntamiento tuviera un mayor dinamismo y una mayor planificación estratégica. Creo que se piensa en el día a día y no en el futuro, por lo que van a pasar cuatro años y en políticas de empleo, me temo, vamos a ver poco.
