El Ayuntamiento de Arcos ha vuelto a la carga contra el picudo rojo, el insecto que, a modo de plaga, ha acabado durante los últimos años con gran parte de las palmeras del término municipal; una situación que se ha producido fundamentalmente en la cornisa mediterránea española. En esta ocasión, la Delegación municipal de Medio Ambiente practica un nuevo método consistente en la aplicación de un insecticida biológico que no resulta tóxico para las personas.
El nuevo sistema se basa, concretamente, en la aplicación de un hongo denominado Beauveria Bassiana como insecticida biológico, para destruir al escarabajo en cualquiera de sus fases vitales.
Los encargados técnicos del área municipal Parques y Jardines colocan mediante una pértiga granos de arroz en el cogollo de una palmera, aplicando así el tratamiento. En estos granos van los hongos que, una vez en contacto con el picudo rojo, lo parasitan hasta destruirlo en siete o diez días.
Este sistema es totalmente inocuo para los seres humanos al no utilizarse productos químicos ni tóxicos.
La mascarilla que lleva el técnico se usa solo a efectos de no respirar el polvo que caiga mientras se realiza la operación. Las palmeras deben ser tratadas así tres o cuatro veces a lo largo del año. Según el delegado municipal de Medio Ambiente, el concejal Diego Carrera, su área está empleando ya el último sistema para acabar con el parásito de las palmeras. El personal técnico ha adquirido conocimientos para aplicar el insecticida durante las jornadas formativas celebradas recientemente.
El Ayuntamiento de Arcos espera frenar así la plaga que durante los últimos años ha acabado con numerosas palmeras en los espacios verdes, parcelas particulares y en las calles, terminando así con un elemento característico, en algunos casos, del paisaje local, si bien la palmera no es una planta autóctona.