Hace dos años, Antonio Esteba era director comercial de una gran empresa que trabajaba a nivel nacional. Antonio, que llevaba varios años en la delegación malagueña de la empresa, sufre una enfermedad, y tras 18 meses de baja obtiene la incapacidad permanente total, que le inhabilita para trabajar como alto ejecutivo, así que deja su puesto de trabajo y se pone a la búsqueda de empleo.

Su sorpresa llega cuando tras mucho buscar, se da cuenta que para las personas como él no hay trabajo, y se tiene que conformar con una pequeña paga para mantener a su familia, con tres hijos menores. Al final decidieron mudarse a Villanueva de la Concepción y continuar su búsqueda en la comarca de Antequera. “Es muy duro ver cómo te rechazan en todos los trabajos, sobre todo cuando sabes que eres perfectamente capaz de realizarlos. Me rechazaban una y otra vez en cuanto oían que era discapacitado”, se lamenta Antonio.

Viendo la discriminación que existía hacia personas discapacitadas en el mundo laboral, Antonio intenta buscar una solución, y ahí es donde conoce los centros especiales de empleo, una modalidad que creó la Junta de Andalucía para ayudar en el empleo a los discapacitados.

Antonio Esteba decide fundar su propia empresa especial de empleo en Antequera, a través de la cual los discapacitados puedan aprender a trabajar, trabajando directamente en compañías.

Dentro de las múltiples actividades que pueden llevar a cabo estos centros de empleo, Antonio se decantó por la explotación de comedores y cafeterías de las administraciones públicas. En Antequera ya existen otros centros de este tipo, como el de ADIPA o el de Singilia Barba, pero ninguno se enmarca en el sector de la hostelería. Así con la idea en mente, la empresa Fomento Empleo Discapacitados Andaluces (FEDA) se funda en Antequera con proyección regional.

“La única inserción social real para un discapacitado es ofrecerle un puesto de trabajo digno y desgraciadamente, las empresas privadas son sensibles con este problema y prefieren contratar a personas sin discapacidad”, aseguró Antonio.

Comedores

Ahora, la empresa, que pretende contratar a los discapacitados que pertenezcan a bolsas de trabajo en el lugar donde contraten los servicios, se encuentra a la espera de ser solicitada. Y es que uno de sus principales objetivos eran los comedores escolares, sin embargo, con la nueva normativa andaluza que exige que sean empresas de catering a Antonio se le ha caído uno de sus potenciales clientes.

“Nos presentamos a concurso en todos los comedores de la provincia de Málaga pero nos rechazaron por no ser una empresa de catering, es una lástima, porque además de quedarse sin trabajo un gran número de discapacitados, los niños se ven obligados a comer unos alimentos de peor calidad”, dijo Esteba.

Hace unos días Antonio llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Málaga, así que ahora se encuentran a la espera de poder hacerse cargo de algún servicio en la capital y de reunirse con el alcalde de Antequera para solicitar alguna otra actividad.

En cuanto al presupuesto de la empresa, Antonio también está reuniéndose con las cajas de ahorros para conseguir una financiación puente, para poder sufragar los gastos que se puedan generar hasta que la empresa comience a funcionar y se encargue de algún servicio.