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Sábado 20/04/2024
 

Cádiz

Los retos de David de la Cruz: debate nacional y regional y los posibles errores de Kichi

El candidato de Adelante debe solucionar el lío de la confluencia, convencer de que es ganador y ofrecer proyecto propio al margen del alcalde

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  • El candidato de Adelante a la Alcaldía de Cádiz, David de la Cruz. -

Los debates políticos autonómico y nacional van a estar muy presentes en las elecciones municipales. El PSOE ha iniciado una nueva ofensiva sobre el deterioro de los servicios públicos dependientes de la Junta de Andalucía, sanidad y educación, pese a que no le sirvió para evitar el batacazo de Juan Espadas y la histórica victoria de Juanma Moreno. El PP, por su parte, insiste en que el Estado de Derecho está en riesgo con el ataque del Gobierno a la independencia del Poder Judicial y con las consecuencias perversas de la Ley del Sí es Sí y la puesta en libertad de agresores sexuales, aunque el CIS concluye que la crisis abierta entre los socialistas y Unidas Podemos beneficia a Pedro Sánchez, sin que Feijóo pesque en aguas revueltas. 

Los candidatos, de uno y otro signo, están preocupados. Entre el PSOE, hay quienes esconden las siglas en los carteles, y los que, aun mostrándolas, reconocen su inquietud por el excesivo protagonismo del presidente. En el PP, la tónica general es esconder a los candidatos, porque abundan los perfiles bajos, y confiar la victoria en el efecto Juanma Moreno, pero también confiesan en la intimidad que la huelga sanitaria y la previsible supresión de unidades educativas desgasta.

La clave está en que, a nivel local, el diagnóstico de lo necesario por parte de unos y otros es similar. Los problemas (que a veces acumulan años enquistados, o simplemente son ostensibles como un pésimo servicio de limpieza o desvencijados autobuses urbanos, baches y apagones o falta de vivienda) están identificados. La gestión se penaliza o se premia directamente, al margen de las siglas. El nombre del cabeza del cartel es, asimismo, fundamental. Incluso en municipios de tamaño mediano porque hay vínculos familiares o a través de amistades. Y aquí el voto emocional es muy importante. 

Todo estos elementos se cruzan en una ciudad como Cádiz, pequeñita, ni de izquierdas ni de derechas, que ha demostrado durante años que prefiere alcaldes carismáticos con Teófila Martínez, del PP, y Kichi, de Adelante, en las antípodas. Se la circunstancia, sin embargo, que, en esta ocasión, salvando al mediático Ismael Beiro y el polémico Eugenio Belgrano, opciones de partidos minoritarios, los candidatos de las formaciones con representación en la Corporación no levantan pasiones. Puede pasar cualquier cosa, pero, descontando la escasa relevancia que tendrá la foto del candidato, las agendas políticas nacional y autonómica tendrán  protagonismo en la campaña, y, sobre todo, la gestión municipal.  

De entrada, PP y PSOE salen beneficiados de esta coyuntura. De la otra, también. Adelante tiene un serio problema: el candidato es asesor del alcalde, pero no es alcalde. Así que puede pagar los errores que cometa el equipo de Gobierno hasta mayo. La pasada semana ya ha tenido que pagar la factura de la supresión del alumbrado extraordinario de Carnaval. Además, la sensación que se ha instalado es que Adelante cae y nadie es capaz de medir si el número de concejales que se deja en el camino son dos o seis. De la Cruz mantiene intacta la ilusión porque cree que el Gobierno local tiene más luces que sombras, que el balance es positivo, pero tiene que resolver cuanto antes el lío de la confluencia, convencer de que Adelante es fuerza ganadora y, finalmente, mostrar un proyecto propio, reconocible, más allá de Kichi, continuista, pero novedoso.

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