A pecho descubierto y con barro en las botas llega el escuadrón circense de David Carapapa, con un conjunto de voces potente como pocos. Las letras marcarán su devenir en el Concurso. Así, el primer pasodoble va dirigido a la princesa Leonor, a la que consideran “la última esperanza” y a la que piden un referéndum para consolidar su posición tras los escándalos protagonizados por su familia. Completa la tanda una copla dedicada al amor entre dos hombres sin miedo al qué dirán, pero sí a que “una noche al grito de maricones nos peguen unos cabrones una paliza de muerte”. De fondo casos como el de Samuel Luiz. Simpático el primer cuplé, en el que organizan un concurso de guantazos en el ensayo. Peor el segundo, para una amiga carnavalera y adicta al sexo. Eleva el nivel un popurrí reivindicativo y con mensaje.
Lo mejor La potencia y calidad del grupo sobresale por encima del contenido
Lo peor Definirse como republicano y gritar “viva la reina” no queda muy coherente