Segunda jornada consecutiva de protestas en el sector industrial de la Bahía de Cádiz. Los trabajadores de Navantia volvieron a cortar el tráfico en el puente Carranza, provocando consecuentes destrozos en el mismo.
Sobre las 11.30 horas en las barricadas se comenzaba a quemar neumáticos y material inflamable en la misma carretera, destrozando parte de la vía, algo que, por cierto, ha sido duramente criticado por Carmen Crespo, tachó de “lamentables” las protestas llevadas a cabo por los trabajadores del astillero.
En la tarde, el comité de las tres empresas se reunieron con el Partido Popular Provincial para “buscar respuestas” sobre “el futuro de Navantia”. Cosa que, según los trabajadores “no hemos encontrado”, sintiéndose “decepcionados”.
En relación a lo sucedido en el puente, las medidas de protestas, según CCOO, se decidieron por parte de los trabajadores en la misma mañana en asamblea, al igual que la concentración de las 6.30 horas que volvieron a repetir a la puerta de la dirección para tratar de impedir la entrada a sus responsables “como señal de rechazo a los planes de la empresa de no contar con esta factoría para las negociaciones que desarrolla para la construcción de plataformas eólicas marinas”.
El presidente del comité de empresa de Navantia Puerto Real, Ramón Linares calificó de “extrema gravedad”, la intención de la empresa de dejar fuera de este mercado a los centros navales gaditanos. De alguna manera, “tenemos la esperanza” de que los responsables del PP “hayan sido capaces de transmitir al Gobierno”, tanto al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, como a la empresa, “la frustración que se vive en la Bahía de Cádiz y en concreto, en el astillero.
Del mercado eólico marino, Linares comentó que es “el último tren industrial” que está pasando por Europa, y esta Bahía y este país “no se puede permitir perder esa oportunidad máxime con el 33 por ciento de paro que hay en la provincia”. Linares entiende que este mercado “puede generar entorno a 2.000 puestos de trabajo”.
No necesitan presión
El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, aseguró que su partido está “en la lucha por el futuro de los astilleros desde el primer día”, por lo que ha trasladado a los trabajadores de Navantia que “no necesitamos que nos presionen”. Sanz aseveró que el PP está “dejándose la piel y trabajando codo con codo con el Gobierno central en buscar y encontrar soluciones”, que espera que “muy pronto vean la luz y tengan efecto”.
Incidió en que los populares están haciendo “todos los esfuerzos por resolver la herencia del PSOE, que ha dejado vacío de carga de trabajo y abandonado al sector naval de la Bahía gaditana”, subrayando que los últimos años de gobierno socialista han sido “ocho años de mentiras y falsedades”.
En esta línea, aludió a los “supuestos acuerdos inexistentes del Consejo de Ministros en relación a la construcción de los Buques de Acción Marítima (BAM) en la provincia”.
Preguntado en relación al contrato que Navantia prevé firmar con la firma eólica marina Gestan y que beneficiaría al astillero de Ferrol, dijo el dirigente popular que el Gobierno de la nación está “obligado a trabajar en su conjunto por el futuro de los astilleros”. Por tanto, ese contrato no puede ser visto como “un ataque a los astilleros de aquí”, sino que responde a la necesidad de que “se apueste por el futuro del sector naval en el conjunto del país”.
Rebaja de la intensidad
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, pedía a los representantes sindicales de Astilleros que “rebajen” la intensidad de sus protestas. De Torre lamentó el “perjuicio directo e indirecto” que están causando unas protestas que podrían llevarse a cabo “sin alterar el orden público y desde la tranquilidad”.
El subdelegado admitió que la situación de Navantia “es delicada”, pero ha insistido en la necesidad de que “no se reproduzcan estos acontecimientos”porque “la imagen” de Cádiz “sale muy perjudicada”. Advirtió de que “no se puede perjudicar a todos los ciudadanos de manera indiscriminada” .