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El Ayuntamiento, "indignado" por la muerte del drago de Bellas Artes

Recuerdan que la Junta de Gobierno Local adoptó un acuerdo el pasado 8 de febrero, requiriendo a las consejerías de Medio Ambiente y Cultura de la Junta de Andalucía que informaran de manera urgente del soporte necesario y adecuado para el drago para asegurar su estabilidad.

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El Ayuntamiento de Cádiz, tras la caída y posterior muerte el pasado sábado del drago situado en la Escuela de Bellas Artes de la capital gaditana, ha mostrado su pesar y "enorme indignación" porque, tal y como recuerdan, la Junta de Gobierno Local adoptó un acuerdo el pasado 8 de febrero, por petición de la concejala de Parques y Jardines, requiriendo a las consejerías de Medio Ambiente y Cultura de la Junta de Andalucía que informaran de manera urgente del soporte necesario y adecuado para el drago para asegurar su estabilidad.

En un comunicado, detallan que, según informe de los técnicos municipales, existía "un importante riesgo de fractura y vuelco debido al desequilibrio de fuerzas por inclinación" del ejemplar situado en el patio de la Escuela de Bellas Artes, "dependiente de la Junta de Andalucía".

Añaden que, en el mismo escrito aprobado por la Junta de Gobierno Local y remitido a la Junta de Andalucía, se indicaba que el drago --de 12 metros de altura y unos 250 años de antigüedad--, podría ser el más antiguo de la ciudad y que se encontraba "en proceso" de ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), además de que formaba parte del Patrimonio Cultural de Andalucía, estando protegido por el catálogo de elementos vegetales en el PGOU de Cádiz.

Igualmente, se indicaba que presentaba un buen estado biológico pero que existía dicho riesgo de fractura y vuelco.

Asegura el equipo de gobierno municipal (PP) que el acuerdo de la Junta de Gobierno se recepcionó el 27 de febrero, por parte de la Consejería de Cultura, y el 1 de marzo, por parte de Medio Ambiente, "pero el Ayuntamiento nunca recibió respuesta a dicho requerimiento urgente". Es más, agregan que incluso después de la recepción escrita del acuerdo, el Ayuntamiento hizo gestiones "vía telefónica" con dichas consejerías para conseguir "una rápida respuesta, consiguiéndose sólo una única respuesta vía mail en la que se informaba que se estaba pendiente de realizar las gestiones oportunas con el jefe de servicios de bienes culturales de la Junta para comprobar la gravedad del asunto".

Finalmente, el drago cayó tras producirse una fractura en su tronco, sin que se produjeran daños en el inmueble ni daños personales.

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