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Miércoles 27/11/2024
 

Cádiz

En la memoria de los mayores aún pervive el Estadio Mirandilla

De entre los ocho nombres que optan a convertirse en la nueva denominación del estadio, ‘Nuevo Mirandilla’ es el único con referencia histórica ligada al Cádiz

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  • Una tarde fútbol en el Campo de Deportes Mirandilla. -

El proceso para la elección del nuevo nombre del Estadio Municipal continúa. Tras la llegada de las propuestas, la comisión desechó todas aquellas que aludían a nombres propios. A partir del próximo lunes las personas empadronadas en la ciudad podrán elegir una entre las ochos candidatas: Ciudad de Cádiz, La Pepa, Gades, Bahía de Cádiz, Gadir, Nuevo Mirandilla, Tacita de Plata y De La Laguna. No obstante, tan sólo uno de dichos aspirantes a convertirse en el nombre del Estadio tiene una relación real con la historia de Cádiz, a la vez que con la historia del equipo amarillo y azul: Mirandilla. 

Semanas atrás el historiador y asesor histórico del Cádiz CF, Manuel Granado Palma, lo refrescaba en un amplio texto donde venía a recordar el origen del antiguo Campo de Deportes Mirandilla, cuya inauguración fue a finales de agosto de 1933 jugando el equipo capitalino con el Betis. Ocupando unos 14.000 m², llegó a tener una capacidad para 7.000 espectadores y muy pronto fue testigo del ascenso a Segunda División: ocurrió en 1935. 
Muchos han sido los que han ido escribiendo la historia del Cádiz CF y su primer ‘Stadium’. Entre otros el célebre periodista deportivo Luis Balbontín, más conocido como ‘Balpiña’, que a mediados de los años ochenta del pasado siglo publicaba una de las obras más completas sobre el equipo hasta esa fecha. A él se deben informaciones como la pronta rivalidad con el Xerez, como cuando por ejemplo ambos equipos jugaron una copa a doble partido en 1935. En el encuentro disputado en el legendario Mirandilla, dos jugadores de cada equipo fueron enviados a vestuarios. Varios días duraron las cartas cruzadas en la prensa de la época, donde llegó a publicarse hasta una esquela mortuoria.

Sin embargo todavía en nuestros mayores se mantiene el recuerdo de dicho Estadio, que se encontraba junto a la Plaza de Toros. El gaditano Alejandro Acedo Sacaluga lo rememora así en la propia web del Cádiz CF: “Recuerdo que iba siempre con mi padre, andando desde Cádiz, un paseo con mucha animación, aunque también había gente que iba en el tranvía o hasta en coche de caballos”. Y es que las tardes de fútbol, se solía jugar sobre las tres y media, eran de plena ebullición en la zona de extramuros. 

A poco que se busque en la memoria colectiva de la ciudad el recuerdo del Mirandilla sale a flote. En sus memorias inéditas Manuel Moreno Pavón lo recuerda así:  “nos encantaba el fútbol. Estaba entonces en el Campo del Mirandilla. Yo me iba sin almorzar los domingos al fútbol. Siempre me llevaba mi hermano Juan. Mi madre me decía: ¡niño, donde va sin comé!”. Continúa Moreno rememorando jugadores históricos, “recuerdo entre otros a Francisco Rodríguez ‘el Paquirri’ o Aurelio García conocido como ‘Díaz’. De forma similar podemos leer en las memorias del cantaor Chano Lobato, “¡junto a la plaza de Toros! ¡allí estaba el campo de fútbol con su valla! Vi jugar a Adorna, Mateito,…”. Ambos coinciden en lo que décadas después se repetiría en el antiguo Ramón de Carranza, “a veces pagábamos la entrada, otras buscábamos el trajín”.

A sus 85 años y con el número de socio 366, Felipe Marín Morete también rememora dicho episodio aunque en su caso, admite, “no valía para colarme, hacía lo posible por comprar la entrada. Esperaba que bajara la mar, lo que cogía lo vendía y así me sacaba unas perrillas”.  La afición de Felipe le llevaba incluso a hacer rabona en el colegio San Rafael: “Con mi amigo Joaquín me iba al Mirandilla a ver entrenar al Cádiz. Entre los jugadores no había tantas distinciones como hoy, entrenaban todos juntos”. Y Felipe se moja, da su opinión: “pues yo quiero que el nuevo nombre del Estadio sea Mirandilla porque es el mejor homenaje que se le puede hacer a los mayores. A los primeros aficionados”. 

Unos años antes de que Manolo Santander nos regalara aquel, ya clásico, pasodoble de ‘La familia Pepperoni’, otro gaditano, Joaquín Quiñones, hizo lo propio para su comparsa Orfebre. En 1986 sobre las tablas del Teatro Falla cantaba la mítica agrupación: “Cumplieron nuestros colores / tres cuartos de siglo de historia y solera / cuántos triunfos y derrotas desde el Quinto grupo hasta esta Primera / ¿quién no recuerda esos ratos en el Mirandilla? / Cuando vencían cada tarde con el corazón…”. En unas semanas saldremos de dudas y conoceremos si el antiguo nombre de Mirandilla volverá a calar en los nuevos aficionados como ya lo hizo.

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