Que el último partido iba a ser una media final era algo que muchos se esperaban. Pero que el filial xerecista le iba a endosar dos goles, era muy complicado. Aunque lo más difícil era remontar ese resultado en los últimos minutos. Esa fue la película de un Chiclana que empató en los últimos instantes del partido. Los de Bolli lograron sacar un punto en el choque final del año. Si bien los números podrían ser más positivos en caso de que el conjunto blanco hubiese conseguido una victoria, lo cierto es que el empate deja al Chiclana cerrando el año con un buen juego y con mucho por jugar.
Para el año próximo necesita no tropezar más y demostrar que el buen juego que realiza en determinados momentos del partido, no son frutos de la casualidad. Quizás sí de la causalidad. Y es que el buen entrenamiento se nota en el campo, con buenos jugadores que el año próximo darán a los de Bolli la fuerza suficiente para conseguir lo que todo los aficionados desean, que los albirrojos vuelvan a la tercera.
En el envite frente al Xerez B, Crespo (uno de los jugadores revelaciones del último tramo del año) marcaba el segundo gol de los locales, tras el tanto de Ángel, que curiosamente salió desde el banquillo. Los locales dispusieron en todo momento de buenas oportunidades pero la suerte fue esquiva para los de Bolli. Primero con un gol del conjunto jerezano en los primero minutos del encuentro, que sin duda condicionó el resto del partido. Pero en el minuto 76 el árbitro señalaba el punto fatídico tras una falta de Ati a Rosillo, que transformaba en gol el propio jugador.
Año próximo
Sin duda alguna, lo más positivo del encuentro, aparte de un empate frente a un gallito como el Xerez B, es la cara revolucionaria de los chiclaneros que supieron venirse arriba en el peor momento y eso, de cara a un futuro viene muy bien para saber cómo puede funcionar el Chiclana.
El próximo partido será recién estrenado el año, el fin de semana del 2 al 3 de enero y se enfrentará a la Roteña en su propio feudo. Después comenzará la cuenta atrás.