Autoridades y trabajadores municipales han guardado hoy, martes, un minuto de silencio por el asesinato de medio centenar de personas ocurrido este domingo en una discoteca de Orlando (Estados Unidos). El Ayuntamiento de San Roque se suma así a la concentración que realiza la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) por el conjunto de todos los municipios andaluces, en repulsa por los atentados ocurridos en esta ciudad norteamericana.
El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha condenado esta masacre en nombre de todo el pueblo de San Roque, donde un hombre armado acabó con la vida de medio centenar de personas, en su mayoría jóvenes.
El primer edil señaló que “ha habido claros tintes de homofobia, contra la libertad sexual, a la hora de provocar este atentado terrorista que algunos reclaman del ISIS (Estado Islámico), aunque la propia administración americana declara como de Terrorismo Doméstico, (de un terrorismo interior de los EE.UU.), lo que determinará la propia investigación en las próximas horas”.
"Lo que sí estamos haciendo -aclaró Ruiz Boix- es mostrar nuestra propia repulsa sobre cualquier acto violento, o acto terrorista, independientemente de donde proceda su motivación”. El alcalde indicó que en este caso tiene una motivación homófoba, que desgraciadamente está bastante extendida en buena parte del mundo -reconoció- y donde en este caso han fallecido 51 personas (a fecha de ayer), donde hay más de 53 heridos, muchos de ellos graves, que están luchando por su vida”.
Ruiz Boix se mostró seguro de que el 100% de los vecinos sanroqueños se quieren solidarizar con la comunidad internacional, “que estamos hartos de sufrir cualquier tipo de atentado del terrorismo, ya esté basado en la religión, como ocurre con el Estado Islámico, o cualquiera de las nulas motivaciones que puede existir a la hora de cometer cualquier tipo de atentado, en este caso -prosiguió- recrudecido por tratarse de un atentado que castigue a la libertad sexual, de que cada cual pueda elegir al ser al que quiera amar”.
Al menos 51 personas han fallecido desde este domingo 12 de junio en un ataque con arma de fuego ocurrido en el club Pulse, de la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGBT) de la ciudad estadounidense de Orlando, en el estado de Florida.
Un día después de la masacre y en medio de la conmoción, el departamento de Policía de Orlando empezó a reconstruir con detalle el ataque. Los testimonios de testigos y supervivientes contribuyeron a aclarar qué sucedió dentro y fuera del emblemático “nightclub” durante las tres horas infernales en las que el atacante se atrincheró en el local con rehenes y trató de negociar con las fuerzas de seguridad hasta que un equipo de la unidad SWAT irrumpió en el local empotrando un vehículo en la pared por el que salieron los supervivientes.
El atacante, finalmente abatido por las autoridades, se llamaba Omar Mateen y era un ciudadano estadounidense de 29 años y de padres afganos que ya había sido interrogado por el FBI en 2013 y 2014. Se trata del peor tiroteo en la historia reciente de EE.UU.
