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Lunes 25/11/2024
 

Chiclana

\"Hasta para comprar un clavo en la ferretería había que llevar el dinero\"

El alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, asegura que los impuestos municipales van a bajar aunque no se apruebe un nuevo presupuesto o se apruebe tarde.

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-¿Van a subir los impuestos, alcalde?
Van a bajar.

-¿Eso cómo puede ser?
-Pues gracias una buenísima gestión económica teniendo en cuenta cómo estaba el Ayuntamiento y el país en general. ¿En qué cuantía? Todavía lo estamos estudiando porque se cruza la bajada de los valores catastrales en un 29 por ciento y tenemos que calcular la bajada de impuestos sin bajar la calidad de los servicios básicos de la ciudad. Estamos intentando que la bajada sea la máxima posible.

-El trabajo del Gobierno municipal, el que no se ha visto, ha sido el de sanear las cuentas durante tres años.
-No sólo eso. Cuando  tú pagas a dos años vistas los proveedores te pagan a un precio a sabiendas de que iban a cobrar en un año, año y medio o dos años. ¿Qué ocurre ahora? Que alcanzamos mejores precios que antiguamente porque pagamos a 70 días, 50 días, 30 días… Ya puedes discutir precios con los proveedores y antes no se podía hacer. Eso es importantísimo. En una economía doméstica es fundamental poder discutir con tu proveedor. Y teniendo en cuanto que cuando llegamos al Gobierno debíamos unos cuarenta y tantos millones de euros a los proveedores, más 16 millones que estaban guardados en un cajón de Chiclana Natural, si no lo pagabas entrábamos en un círculo vicioso de no pagar, peores servicios, e incluso algunos servicios, como el de recogida basuras, no se iban a realizar porque no se pagaba a la empresa.

-(…)
-Gracias al Gobierno de Rajoy, al que tanto se le critica, llega un plan de pagos a proveedores y podemos aplazar en diez años todo lo que debíamos y salir del atolladero. Pusimos 40 millones de euros en el mercado en Chiclana, que eso se nota. A partir de ese momento comenzamos una nueva vida. Todo esto es una labor ingente de trabajo administrativo, sacar facturas que no se conocían, llegar a acuerdos con los proveedores que pedían ya intereses de demora… No hay dinero guardado en el cajón, pero sí es verdad que hablamos de tu a tu con los proveedores.

-Pagarle a los proveedores está bien y es bueno para la ciudad, pero Rajoy lo que les ha dado es un crédito al 6 por ciento cuando los bancos consiguen dinero al 1 por ciento. O sea, que el Ayuntamiento se entrampa para pagar sus trampas.
-O eso o seguíamos con una trampa de 40 millones de euros con la particularidad de que ya no nos servían más. Aquí se llegó a un punto que la gente no conoce. Las grandes empresas de recogida de basura, de jardinería… llevaban los servicios de muchos ayuntamientos. Unos les pagaban, otros les pagaban la mitad, otros no pagaban, pero iban tirando porque además había ayuda financiera. Al llegar la gran crisis ya no pagaba nadie y fue cuando se plantaron y dijeron que no podían seguir. O cobraban o tenían que despedir a los trabajadores que cobran si las empresas cobran. Ya no había salida, por eso tengo que decir que esa gestión del Gobierno de Rajoy fue muy buena. ¿Lo de los intereses? Ahora ya tenemos la posibilidad de negociar la deuda con otros bancos y se van a bajar los seis puntos a los dos puntos o dos puntos y medio. Va a haber otro avance y esto nos va a permitir rebajar la carga financiera sobre el millón y pico al año. Y eso es lo que permite también bajar lo impuestos. Por eso le digo que ha sido una buena gestión económica desde la seriedad, desde el rigor y teniendo presente que no puedes gastar más de lo que tiene porque si lo haces vuelves a lo mismo y son los ciudadanos los que lo pagan.

-Vamos, que el Plan de Pagos a Proveedores ha sido un clavo ardiendo al que había que cogerse.
-Yo no diría un clavo ardiendo. Un clavo. Calentito, pero un clavo. Y además llovido del cielo. Estamos hablando de que partíamos de una deuda de 156 millones de euros en su totalidad, a corto, largo y medio plazo. Eso son 23.000 millones de pesetas, que es mucho dinero para una ciudad como Chiclana, es una auténtica barbaridad. Gestionar una ciudad con esa deuda era imposible. ¿Qué nos dan crédito al 6 por ciento? Pero nos dan crédito. ¿Nos permite pagarles a las empresas? Estupendo. ¿Nos permite ponernos al día y poder discutir precios? Estupendo. ¿Que pagas un precio alto? Dentro de poco nos van a dar permiso para negociar la deuda con otros bancos y la vamos a bajar.

-Estamos en época de hacer las Ordenanzas Fiscales que son la base del Presupuestos. Ordenanzas que van a tener sus problemillas por las rebajas del Catastro.
-Sus bienvenidos problemas. Ojalá vinieran así todos los problemas. Tenemos un problema para ajustar los Presupuestos porque bajan los valores catastrales. ¡Pues qué bien para los ciudadanos! Pero por eso se está retrasando el proyecto de Presupuesto y por eso quizá no se pongan en marcha a principios de 2015 porque estamos pendientes de muchas noticias. Estamos pendientes de que los servicios económicos de la Casa estudien cuánto se puede bajar el Impuesto de Bienes Inmuebles con esos valores catastrales. Pero además estamos pendientes de saber cuándo vamos a poder negociar con los bancos la carga financiera para bajar los intereses. Eso va a influir para que podamos decir en qué porcentaje vamos a bajar los impuestos. No me importa esperar para poder tener unas cuentas claras y además para que además de la rebaja de impuestos no baje la calidad de ningún tipo de servicio. No pasa nada si llegamos a enero y se prorroga el Presupuesto automáticamente.

-Los Gobiernos no suelen hacer Presupuestos en el último año de mandato. Suelen prorrogar los anteriores.

-Pues tampoco pasaría nada porque el actual presupuesto es bueno y sería bueno para todo el año. Nuestra intención no es esa, pero no me preocupa aprobarlo en enero, en febrero o en marzo.

-¿Se pueden bajar los impuestos sin Presupuestos?
-Se pueden aprobar las tasas sin ningún tipo de problemas.

-Entonces no cuadra el Presupuesto que se hizo sobre otras tasas.
-Si cuadra porque puede llegar a un acuerdo con los bancos y bajar la carga financiera. En el presupuesto se presupone que va a ocurrir una cosa pero si ocurre otra se puede corregir sobre la marcha.

-Con las modificaciones presupuestarias.
-Claro. Tener un presupuesto cerrado durante un año sin posibilidad de cambio es prácticamente imposible.

-La mayoría de gobiernos han tenido el problema de que se presentaron con unos proyectos en sus programas y las circunstancias económicas les han enmendado la plana. Usted tenía los suyos. ¿Cuántos podrán estar terminados o al menos empezado antes de presentarse a la reválida de mayo?
-Todo lo que llevábamos en el programa lo hemos intentado porque era más cuestión de gestión que de economía. Desde el primer día comenzamos a hacer gestiones para traer un parador nacional a Chiclana. Pero si Paradores Nacional nos dice que no va a hacer inversiones de momento, pero que lo tendrán en cuenta, que les interesa el sitio… La gestión está ahí y se hizo desde el primer momento. El polideportivo de Costa Sancti Petri estaba oficialmente parada la obra cuando llegamos. No que se había ido la empresa, sino paradas porque así estaba firmado por el anterior alcalde, José María Román, porque no había dinero. Resulta que 1,2 millones de euros que había mandado la Junta para esa obra lo habían gastado en otra cosa. Negociamos con la empresa, que fue una negociación dura y ya hace un par de años que está funcionando. Tenemos el centro de la ciudad en obras y de aquí a mayo se van a ver más cosas. Vamos a poner dentro de poco la primera piedra del edificio Fábrica de la Luz, que eso lleva coleando desde 2007 y nadie había hecho nada. Brake lo hemos terminado, está abierto y ahora incluso hemos arreglado la fachada del Conservatorio, con lo que el edificio está totalmente terminado. Vamos a licitar las obras de un nuevo centro cívico en el Matadero. Hemos iniciado, por fin, el nuevo edificio de Asuntos Sociales. Hemos hecho un Plan de Asfaltado por 400.000 y pico de euros, un plan de acerado por una cantidad similar. Estamos haciendo una serie de cosas importantísima y le digo con orgullo que los alcaldes de los alrededores me preguntan que cómo me las apaño para hacer obras de esa envergadura. Pues porque ha habido una gestión económica buena, muy buena, razonablemente buena, que uno nunca tiene que estar conforme. Pero eso ha hecho que las empresas confíen en nosotros, las entidades financieras, las administraciones públicas.

-Eso supone muchos cambios internos, porque con los mecanismos que llevaron a las deudas sólo se llega a más deudas…
-Hemos hecho unos cambios administrativos en el Ayuntamiento de Chiclana que está sirviendo y va a servir para que las empresas públicas puedan dedicarse no sólo a lo que se dedicaban sino a otras cosas y que la Gerencia de Urbanismo como tal desapareciera y fuera asumida por el Ayuntamiento con la bajada de costos que eso supone. Eso también ha sido un trabajo administrativo enorme. Emsisa sólo podía hacer viviendas por lo que le dábamos otros trabajos y no los podía hacer. Ahora es una empresa de servicios y además de llevar toda la gestión de alquileres está gestionando el Museo de la Ciudad, gestiona la sala BOX, va a gestionar el Museo del Vino y la Sal… Hemos hecho un trabajo realmente importantísimo que no luce, que es como las tuberías que se supone que están ahí y están ahí. Es algo que al que venga detrás, que yo espero que seamos nosotros, porque en cuatro años no se puede hacer mucho, le permita hacer muchísimas cosas que ahora no se podían hacer. Siempre dentro de la legalidad.

-Usted dijo una frase delante de la Virgen de los Remedios. “No quiero engañar y no quiero engañarme”. ¿Cómo valora su gestión y la de su Gobierno en estos casi cuatro años? Honestamente.
-Yo dije no quiero engañar un quiero engañarme a mí mismo. Porque no me gusta. Cuando alguien que está gobernando comienza a engañarse a sí mismo, su proyecto comienza a caerse. No quiere ver la realidad y eso lleva al fracaso. Honestamente, creo que hemos hecho las cosas razonablemente bien. Siempre digo razonablemente porque las cosas se puede hacer mejor y ese inconformismo que yo intento transmitir a los concejales creo que ha dado resultados, todos son unos inconformistas. Y si además lo ponemos en ese contexto que le he contado, con esa situación económica tan horrible que incluso íbamos a comprar puntillas y teníamos que llevar el dinero, viendo como estaban las cosas y como están ahora, creo que lo hemos hecho muy razonablemente bien.

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