La homofobia es una enfermedad psico-social que se define por el odio hacia las personas homosexuales y en general a todas aquellas pertenecientes al colectivo LGTBI+.
Aunque la homosexualidad está notablemente más normalizada que hace tan solo unos pocos de años, los medios de comunicación siguen llenando sus páginas de grandes actos homófobos y de la opinión de muchas personas que aseguran que es algo antinatural y una enfermedad psicológica que se soluciona con terapias como afirmaba reciéntemente Fernando Paz, ex-candidato de VOX: “la familia natural es la unión de un hombre y una mujer”, por lo que, a su juicio, “una pareja gay con un niño o una madre soltera que adopta un hijo no es una familia natural”. “Si tuviera un hijo gay lo que haría es ayudarle, hay terapias para reconducir su psicología”.
Tenemos la idea errónea de que estos prejuicios eran un problema del pasado pero sin embargo parece que en vez de avanzar hacia la igualdad vamos retrocediendo cada día más. En 2018 tan solo los casos registrados sumaban 345 víctimas en España, un 7’5% más que en 2017. Fue este año en el que se produjo la mayor subida, con un 34%.
Un hecho que causa alarma dentro del colectivo es que se han identificado a 25 agresores menores de edad. Esto muestra una tendencia de que la homofobia se está prodigando entre los más jóvenes. El informe también recoge que ha habido agresores de más de 70 años. Estos casos corresponden en general a personas vinculadas directamente con la víctima., normalmente sus propios familiares.
Un ejemplo de este caso ocurrió en Coverty (Reino Unido) cuándo un padre de 54 años violo a su hija de 16 años tras confesarle ser lesbiana para así «demostrarle porqué es mejor el sexo con hombres».
Unos de los temas más preocupantes es el del bullying homofóbico. Las cifras son escalofriantes: el 43% de quienes sufren el acoso homofóbico se plantean el suicidio, más de la mitad constantemente (56%) y un 27% de forma persistente. Y, de hecho, el 17% de los chicos y chicas hostigados intentaron suicidarse una o varias veces. Sólo el 19% de los chicos recibieron ayuda del profesorado; y el 82% de las víctimas no informaron de la situación a la familia. O sea, que estaban y están solos. El 90% han sufrido acoso homofóbico por parte de los compañeros de clase, pero además hay un 11% que han sido acosados por un profesor.
Aunque parezca que solucionar este problema puede resultar difícil la realidad es que es bastante sencillo:
Desde la niñez. Los niños son como esponjas, absorben todo lo que ven y escuchan. Si en su círculo familiar se escuchan comentarios e insultos contra la comunidad homosexual, se está creando una futura homofobia en los niños.
En las instituciones educativas. Las instituciones educativas son lugares fundamentales para la socialización, y adquisición de valores. Es fundamental crear programas educativos para generar tolerancia ante las diferentes opciones sexuales.
El lenguaje cotidiano. Lamentablemente nuestro lenguaje cotidiano está lleno de palabras homófobas que incitan el odio y agresión, palabras como: “Marica, nena, maricón etc” la riqueza de la lengua castellana en ese ámbito es limitada y es el reflejo de una tradición homófoba cuyo uso debemos de abandonar progresivamente.
La celebración de un día como el de hoy se hace de vital importancia para dar visibilidad a este problema y defender a todas aquellas personas que viven escondidas por miedo a mostrar su verdadero yo.
“Sé quien eres y di lo que sientes, porque a aquellos a quienes les molesta no importan, y a quienes les importas no les molesta” Dr. Seuss, escritor norteamericano.
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Alumnos del IES La Atalaya participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando sobre ciencia y otros temas importantes en su realidad cotidiana. En esta ocasión ha sido redactado por Laura Moreno Escote y Carla Alferez (3º ESO A)
