Aún nos recuerdo temerosos cuando iniciamos nuestra andadura empresarial, allá por el año 2013. Nuestra conversación en esa cocina de nuestro piso en Sevilla donde decidíamos si volver a nuestro pueblo o irnos fuera a trabajar.
Siempre has dicho que quieres que tus hijos se críen donde siempre has sido tan feliz junto a tu familia y al final esa fue nuestra decisión. Volvimos a nuestro pueblo, realizando una inversión empresarial que no salió bien pero, como bien dices, “a los problemas soluciones”. Miro hacia atrás y sólo veo crecimiento ante tanta adversidad.
Pero querido, muchas personas no ven todo el camino que has hecho hasta llegar donde estás porque normalmente nos quedamos en la superficie de cualquier cavidad sin ahondar en el por qué, pero como yo llevo años arrascando les voy a explicar a toda aquella persona que lea esto en estos días, quién es Andrés Varo Sánchez, quién es mi marido.
Él es la persona más noble que te puedas echar a la cara dispuesto ayudar siempre a toda aquella persona que se eche a la cara por muchos palos que se pueda llevar.
Siempre antepone su familia a cualquier cosa. Fíjate hasta qué punto es capaz de hacerlo, que cuando tuvimos nuestro segundo hijo, decidió vender su empresa y quedarse en casa cuidando a sus hijos porque oye, si algo tiene Andrés es que cree en la igualdad de género ante todo y ante todos.
Es trabajo desde la sombra. A él no le verás buscando medallas porque no las necesita. Tanto es así que nuestro negocio lo lleva él, lo gestiona él, aunque la cara visible es la mía y de mis trabajadoras. Es carnavalero, chirigotero, pero sobre todo, Juan Carlista. Eterno Capitán. Es un hervidero de ideas, de locuras, de creencias, de ilusión, pero sobre todo un hervidero de realidad porque si sabe que puede mejorar algo, va a por ello, sin miedo a nada.
Siempre ha sido criticado y juzgado por cada idea que ha puesto en marcha en pro de Barbate porque durante toda su vida ha intentado mejorar su pueblo.
Andrés Varo ha dado un paso al frente y, sinceramente, hoy soy yo quién rebosa amor, locura, felicidad y orgullo; y mis hijos, a pesar de ser pequeños, también están infinitamente orgullosos de su padre porque ¿qué queréis que os diga? Es para estarlo.
Atrás quedó hace años ese niño al que conocí y que tan fuerte se ha hecho, porque si alguien se merece estar donde estás ese eres tú y porque estoy tan segura que la única opción posible para que Barbate avance es la tuya, porque eso has sido tú a lo largo de toda tu vida, crecimiento tanto laboral como personal.
Andrés Varo, brindo por ti, hoy y todos los días de mi vida porque fíjate si lo tenía claro que ya te quería cuando tenía nueve años. Crece, lucha, opina, dialoga, progresa, construye, dispone, aumenta, cambia, pero, sobre todo, que nadie jamás calle todo lo que tienes que decir porque la única mochila que llevas encima es la de Spiderman al salir del colegio de Andrés y la de la Granja de Zenón cuando recoges a nuestro José Manuel de la guardería. ¡A los problemas soluciones! n