Duelo difícil a la par que especial el que afrontaba ayer el Ángel Ximénez que recibía en el Alcalde Miguel Salas al Recoletas Atlético Valladolid con la necesidad de romper la racha de tres derrotas consecutivas y con ganas de celebrar el partido número 300 del equipo en la máxima categoría del balonmano nacional.

La igualdad estuvo presente desde el inicio del encuentro en el que las defensas se impusieron a los ataques. Freitas fue el encargado de inaugurar el marcador para los visitantes que tres minutos más tarde igualó Luisfe Jiménez para los ponteños y esa fue la tónica hasta el descanso. Ventajas mínimas de los vallisoletanos a los que la descalificación de Marcio Silva y la exclusión de Gonçalo Ribeiro ayudaron para irse 12-14 al descanso.

El segundo periodo arrancó con una nueva exclusión para los locales. Keita dejaba momentáneamente a los de Paco Bustos con tres jugadores menos en pista, lo que el Valladolis aprovechó para conseguir su máxima ventaja en el marcador (12-16).

La calidad de  los jugadores del Ángel Ximénez y el apoyo de los 600 aficionados que arroparon al equipo, hizo reaccionar a los pontanos que con Boskos y Luisfe liderando en ataque, fueron recortando la ventaja hasta conseguir la remontada (25-24).

El Recoletas Atlético Valladolid, que llegaba con la confianza de tres victorias consecutivas, intentó volver a darle la vuelta al luminoso, pero un gol de Ribeiro en los últimos minutos puso el definitivo 29-27 y desató la locura en el Alcalde Miguel Salas que celebró a los grande los 300 partidos en la Asobal y se quedó con los dos puntos en casa que colocan al equipo con siete puntos tas la octava jornada.