La apnea obstructiva del sueño es una enfermedad que se define por paradas en la respiración que se repiten recurrentemente durante el sueño y que provoca sensación de ahogo, cansancio o somnolencia además de estar relacionada con trastornos cardiovasculares.
Las alteraciones del metabolismo de los pacientes son clave para conocer el grado de la enfermedad que se suelen analizar en sangre u orina.
Lo han hecho realizando un estudio en el que se analizaron las muestras de sudor antes y después de dormir de una serie de individuos con apnea del sueño en diferentes estadios, así como de un grupo control sin la enfermedad.
Las ventajas de usar el sudor frente a otras muestras son claras: "es una muestra no invasiva y limpia que, al contrario de lo que pasa con la sangre, no tenemos que eliminar proteínas y es mucho más fácil de analizar y detectar los metabolitos", explica Laura Castillo, la autora principal del estudio.
Actualmente el diagnóstico de la apnea del sueño se basa en el índice de apnea-hipopnea (IAH), que determina que las personas tienen apnea del sueño según los episodios de falta de respiración que tienen por hora, pero para el equipo, este índice "no aporta toda la información ya que cuenta cuántos eventos hay, pero no la gravedad de los mismos".
Por eso, en su estudio comprueban que el sudor, además de dar los datos que aporta IAH, también profundiza en la gravedad de los mismos.
El equipo está compuesto por el Departamento de Química Analítica de la Universidad de Córdoba y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) formado por los investigadores Laura Castillo, Mónica Calderón, Feliciano Priego y Bernabé Jurado.