Miden unos 45 centímetros de largo, su peso ronda entre los 24 y los 32 kilos y tienen forma rectangular con tres lados
Tres lingotes inéditos de época romana provenientes del yacimiento de Los Escoriales de la aldea de Doña Rama (Belmez) evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba y demuestran que fue el principal polo de fundición de plomo del mundo antiguo en occidente.
Los lingotes, según un comunicado de la Universidad de Córdoba, miden unos 45 centímetros de largo, su peso ronda entre los 24 y los 32 kilos y tienen forma rectangular con tres lados.
Estos tres lingotes de plomo, inéditos hasta la fecha, ofrecen información suficiente como para afirmar que "la antigua Córdoba romana, capital de la Bética y cuyo territorio actualmente ocupa el norte de la provincia con el valle del Guadiato, Los Pedroches y algunas comarcas de Jaén, Ciudad Real y Badajoz, fue el principal polo de fundición de plomo del mundo antiguo en occidente".
Se trata de un metal con el que se fabricaban multitud de artilugios de uso cotidiano como cucharas, tejas o canalizaciones.
Los lingotes, fechados en el siglo I, cuentan con una marca identificativa a partir de la cual se ha podido desvelar parte de su historia y señalar la importancia minera de la Sierra Morena central durante la época romana.
Esta marca son en realidad dos letras, "S S", y hace referencia a la societas Sisaponensis, una empresa minera originaria de La Bienvenida, en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), "a tierra del cinabrio más famoso, cuyo capital y sede debieron estar, sin embargo, en Córdoba"
Además de la forma triangular de los lingotes, que optimiza el espacio para el almacenamiento, que los lingotes tuvieran esas letras significa que estaban destinados a la exportación ya que era una marca que identificaba al productor de las piezas.
El análisis de la composición química y de los isotopos estables de los lingotes ha permitido al equipo investigador desvelar tanto que estaban desplatados, como que el mineral con el que se fabricaron era originario del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, un centro de gran actividad extractiva de la época y al que pertenece al yacimiento de Doña Rama donde se han encontrado los lingotes.
Es decir, las tres piezas tenían un origen común ligado al mismo sitio en el que se han encontrado.
El hecho de que los lingotes se encontraran en la misma zona en la que se habían fabricado es "un caso excepcional y cuyo motivo se desconoce".
La mayoría de los lingotes de este tipo se han encontrado en el fondo del mar Mediterráneo tras el hundimiento del barco que los transportaba a su nuevo destino.
"Esta información inserta a estas comarcas del norte de Córdoba en las redes principales de producción metalúrgica, económica y comercial de la antigüedad en el Mediterráneo", ha explicado el arqueólogo e investigador de la Universidad de Córdoba, Antonio Monterroso.
Monterroso ha añadido que "esto conlleva una industrialización, una destreza y un saber para poder alcanzar ese nivel de fabricación".
De hecho, aunque aún queda mucho por investigar, el yacimiento de Doña Rama sería en realidad un poblado minero que cuenta con una mina, una fundición, una zona de procesado y posiblemente una fortaleza, aunque como ha afirmado el arqueólogo, "todo eso está por investigar".