El Gobierno ha destacado las medidas tomadas por la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba para hacer frente a los brotes de legionella desde mayo en varios cuarteles de la provincia, sin registrar agentes perjudicados, todo ello tras preguntar Vox en el Congreso de los Diputados.
En las respuestas del Ejecutivo, consultadas por Europa Press, se señala que "la Comandancia vela por la seguridad, la prevención y la salud de los guardias civiles en ella destinados, motivo por el cual, desde hace más de ocho años, realiza un control exhaustivo de la legionella".
Así, se precisa que "desde el año 2023 todos los programas de mantenimiento, control, revisión y tratamiento están adaptados conforme a la nueva normativa existente".
Por otra parte, se apunta que "la empresa que realiza los servicios de control microbiológico y de prevención de la legionelosis en los acuartelamientos de la Guardia Civil desplegados en la provincia ha trasladado a la Comandancia sendos informes sobre los resultados obtenidos de los distintos análisis realizados, así como las medidas preventivas a adoptar en las instalaciones con resultados positivos".
Al respecto, el Gobierno subraya que "en el momento en que la Comandancia tuvo constancia de los resultados positivos en legionella, comunicó telefónicamente de manera urgente la situación a los jefes de los acuartelamientos afectados".
Posteriormente, mediante correo electrónico, "se informó de los resultados positivos en legionella de cada acuartelamiento, tanto a las compañías territoriales, como a los puestos afectados, trasladándoles las acciones preventivas indicadas por la citada empresa para cada positivo, según el número de formación de colonias por litro".
Asimismo, indican que "en las Evaluaciones de Centro de Trabajo (EVC), que se realizan por la Oficina de Prevención de Riesgos Laborales de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, se trasladó información sobre las medidas para prevenir y controlar la aparición de la legionella, incluyendo un anexo con las pautas y acciones a seguir a tal efecto".
Igualmente, aseveran que "se han llevado a cabo reuniones informativas con los jefes de Compañía sobre esta materia, información que también se difundió mediante correo a todos los puestos afectados, y se han reiterado por correo electrónico las medidas preventivas recogidas en las Evaluaciones de Centro de Trabajo, las cuales se recogen en el Real Decreto 487/2022, de 2021, por el que se establecen los requisitos sanitarios para la prevención y el control de la legionelosis".
Dichas medidas se incluirán, también, "como campaña informativa semestral para trasmitir a todas las unidades dependientes de la Comandancia de Córdoba".
Y remarcan que "desde el escalón de asistencia sanitaria de la Comandancia de la Benemérita se ha estado al tanto de la sintomatología del personal destinado en los acuartelamientos afectados, si bien no ha habido ningún positivo en legionelosis".
Con respecto a los resultados positivos en las instalaciones, "se ha procedido a realizar la desinfección de la red de agua fría (AFCH) y de la de agua caliente (ACS), volviéndose a realizar un nuevo análisis a fin de confirmar la desaparición de la bacteria", aseguran desde el Ejecutivo.
Mientras, el diputado nacional de Vox por Córdoba, José Ramírez del Río, registró en junio las preguntas en la mesa de la Cámara Baja e informó de que "los distintos brotes de legionela en los cuarteles tienen un importante impacto, no sólo en los agentes, sino también en las familias que conviven con ellos", a lo que añadió que "esto viene a denotar el deterioro absoluto en gran parte de las instalaciones pertenecientes al Instituto Armado a lo largo y ancho del territorio nacional".
En este sentido, lamentó que "ante la denuncia de estos hechos, la administración salió al paso hablando de niveles bajos y de cero afectaciones en las personas, intentando transmitir un mensaje de tranquilidad", al tiempo que recordó que "desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil se considera cuando menos extraño que se hayan producido positivos en legionela simultáneamente en las instalaciones de tantas poblaciones tan distantes entre sí, sin que al parecer haya afectado a la red general de viviendas".
Así, el diputado nacional ha explicado que han preguntado "qué informes oficiales se han realizado en función de los citados hechos y si se ha trasladado la información puntual a los agentes sobre estos hechos acompañada de los informes". También querían "saber cuál ha sido la actuación del servicio de prevención de la Guardia Civil y de qué manera han intentado detectar posibles casos de infección". "Y lo más importante, conocer qué medidas ha adoptado el Gobierno para acabar con esta situación que han sufrido en los cuarteles de la Guardia Civil", ha remarcado.
En concreto, desde la Guardia Civil defendieron que se adoptaron las medidas preventivas para evitar contagios y la propia empresa de inspección tomó las correspondientes medidas para eliminar la bacteria, a la vez que han precisado que la legionella se detectó por la propia empresa que la Comandancia contrata para la inspección y en este caso "los niveles no son muy altos", si bien subrayaron que no consta agentes afectados.
Mientras, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) apuntaron en una nota que en semanas de mayo se detectaron "altos niveles de legionela en la red de agua de numerosos acuartelamientos" de la Benemérita, como los de Santaella, La Carlota, Fernán Núñez, Nueva Carteya, Lucena, Villanueva del Rey, Espiel, Cerro Muriano, Aguilar de la Frontera, La Rambla, Castro del Río, Cardeña, Iznájar, Monturque e Hinojosa del Duque.
La empresa que realiza las pruebas analíticas comunicó a la jefatura provincial los sucesivos positivos en legionella registrados en todas esas instalaciones, y como consecuencia de ello se impartieron una serie de pautas para el uso del agua corriente y se suministró agua embotellada a las unidades afectadas para su consumo durante los servicios.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles informó de que recibió quejas de varios agentes destinados en dichos acuartelamientos por "la falta de información respecto a los riesgos concretos de una posible infección por legionelosis", así como por "la tardanza en reaccionar y la disparidad de medidas adoptadas en las distintas instalaciones".