Los investigadores le seguían la pista desde el 28 de abril de 2010, cuando el considerado como el cabecilla de una red de narcotraficantes que operaba entre Sanlúcar y Marruecos, consiguió huir de la Guardia Civil. En ese momento, se detuvo a 10 personas, que fueron condenadas el pasado mes de julio en relación al alijo de 2.700 kilos de hachís intervenido en la desembocadura del Guadalquivir por la Audiencia provincial de Cádiz, como miembros de una red dedicada al tráfico de esta droga. Según las fuentes consultadas, ‘El Tomate’ y su lugarteniente - que también fue detenido el pasado sábado - consiguieron escapar de las fuerzas de seguridad a través de unos invernaderos. Ahora, tendrán que volver a enfrentarse a la justicia que ya les reclama por este delito, unas penas que oscilan entre los cinco años y medio y seis meses de prisión y el pago de siete millones de euros.
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No es el primer ‘narco’ sanluqueño que las fuerzas de seguridad consiguen detener tras varios años huido de la justicia. En el caso de ‘El Tomate’, al parecer, se había refugiado en Marruecos durante este tiempo, pero en el caso de ‘El Marqués’, sobre el que pesaba una orden de búsqueda de la Audiencia Nacional, se había conseguido ocultar de la justicia en su propio domicilio. Los narcotraficantes parecen así posponer sus deudas con la justicia, un caso en el que también se encuentra el principal detenido en la Operación Q7, Iván, que se encuentra en la actualidad en busca y captura.
La detención de ‘El Tomate’ supone el segundo golpe que la Guardia Civil da a las organizaciones de narcotraficantes asentadas en Sanlúcar en lo que va de mes. La semana pasada fue detenido ‘El Diarrea’, hijo de otro histórico del negocio del chocolate, quien ya se había enfrentado a la justicia por tráfico de cocaína y por participar en una de las piezas de la ‘Operación Semilla’, que recurrió ante el Tribunal Supremo.