El secretario general del PSOE en Córdoba y senador por Andalucía, Juan Pablo Durán, ha afirmado que la polémica surgida en torno a la titularidad de la Mezquita-Catedral de Córdoba tiene su origen en el hecho de que la Iglesia Católica "ha ido pisando callos" con su gestión de los últimos años, obviando el diálogo y negando la opción del consenso sobre un monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad, que el PSOE entiende que debe ser de titularidad pública, aunque su gestión, en el plano religioso, deba seguir correspondiendo a la Iglesia Católica.
En una entrevista concedida a Europa Press, Durán ha explicado que lo que quieren los socialistas es que "se reconozca que un bien como la Mezquita-Catedral de Córdoba tiene que ser de titularidad y dominio público, sin que nadie ponga en duda que la gestión, como lugar de culto para la confesión católica", le corresponde a la Iglesia Católica, "pero desde la recuperación del diálogo y el consenso para seguir garantizando la conservación de ese monumento, maravilla del mundo, que es la Mezquita-Catedral de Córdoba, que es como la Unesco la tiene registrada, como Patrimonio de la Humanidad".
En este sentido, Durán ha argumentado que "a lo largo de la historia, durante siete siglos, la Iglesia Católica ha gestionado el espacio de la Mezquita, transformándola en una catedral y convirtiendo una parte importante de la Mezquita en distintas capillas, a lo largo de los siglos y hasta nuestros días".
Pero todo ello, según ha subrayado, "se hizo, hasta cierto punto, dentro del diálogo entre quien gestionaba" el histórico inmueble, "desde las creencias religiosas, como espacio de culto, y quien tenía supuestamente el dominio público y, por tanto, ejercía la tutela sobre un bien que, a lo largo del tiempo se ha convertido, gracias a la Unesco, en Patrimonio de la Humanidad".
Sin embargo, "el conflicto surge cuando ese equilibrio, que se ha ido viviendo a lo largo de los siglos, que de una forma u otra se ha ido materializando y que los historiadores han ido recogiendo sobre la Mezquita-Catedral o sobre la Catedral-Mezquita", pues se rompe a raíz de "una modificación sustancial de la Ley Hipotecaria en 1998, de tal forma que, lo que podía haber hecho la Iglesia a lo largo de siete siglos, se lo facilita aún más el Gobierno de José María Aznar" y así, "ocho años después, en 2006", se produce la inmatriculación de la Mezquita-Catedral por el Obispado.
Es a partir del momento en que realiza tal inmatriculación "cuando la Iglesia deja de dialogar, de acordar y de consensuar la gestión de ese monumento Patrimonio de la Humanidad con quien suponíamos que tenía el dominio público del mismo, que era el Estado", y la Iglesia "se convierte en propietario y ejerce como propietario".
Desde entonces, según ha subrayado el dirigente socialista, la Iglesia "ha ido pisando callos en esta gestión, que antes también generaba conflicto, pero se dialogaba, mientras que ahora no se dialoga, ahora se impone" por la Iglesia, porque afirma que la Mezquita-Catedral es suya, "dado que así está inscrita en Registro de la Propiedad".
Sin embargo, hay algo, según ha destacado Durán, que la Iglesia no podrá hacer de forma unilateral en la Mezquita-Catedral, ya que "siempre necesitará de la autorización de la Junta de Andalucía, e incluso de la Unesco, si es que quiere modificar sustancialmente la estructura del monumento mediante obras y reformas, pero en lo demás ejerce con autoridad en su propiedad".
Dicha actitud, la de ejercer como propietario que impone su criterio "ante quienes pensábamos que el monumento era patrimonio universal y del pueblo de Córdoba, que lo lleva en su escudo y que forma parte de sus señas de identidad", es lo que ha provocado que "vayan surgiendo cada vez más voces, hasta convertirse en un clamor, que piden que volvamos a la situación anterior a la inmatriculación de 2006, cuando todos pensábamos que era un espacio universal de dominio público, consintiendo también todos, sin rechistar, la gestión de ese espacio como lugar de culto de la Iglesia Católica", lo cual así lo tenía reconocido "desde tiempo inmemorial por el propio Estado", en cuanto a que no podía ser usado para cultos religiosos distintos.
En conclusión, según ha reiterado Durán, lo que quieren los socialistas es que "se reconozca que un bien como la Mezquita-Catedral de Córdoba tiene que ser de titularidad y dominio público, sin que nadie ponga en duda que la gestión, como lugar de culto para la confesión católica", le corresponde a la Iglesia Católica, "pero desde la recuperación del diálogo y el consenso para seguir garantizando la conservación de ese monumento, maravilla del mundo, que es la Mezquita-Catedral de Córdoba, que es como la Unesco la tiene registrada, como Patrimonio de la Humanidad".
