De manera que no sé si López Aguilar ha conseguido un voto más en este primer debate ni si lo ha conseguido Mayor Oreja. Me inclino a pensar que ninguno de los dos han pescado en río en ajeno. A mí me gustó el debate porque fue un debate entre dos personas inteligentes y manifiestamente preparadas, con convicciones firmes, con un proyecto, con una idea precisa de qué hacer y cómo hacerlo. Y siempre es un alivio ver un debate entre gente brillante.
Desde luego se notaba que ambos contendientes se habían preparado a fondo, que llevaban las lecciones bien aprendidas, decididos a hacer valer sus argumentos. También se notaba que se habían estudiado el uno el otro.
López Aguilar y Mayor Oreja son muy diferentes, por biografía y por manera de ser. El candidato socialista habla rápido, desgranando cientos de ideas al minuto, imprimiendo entusiasmo a cuanto dice. Mayor Oreja habla de manera pausada, eligiendo cuidadosamente los argumentos, sin desviarse de lo planificado, ofreciendo seguridad a quienes le escuchan. Son dos maneras de ser, de estar en política y de hacerla.
Ya digo que creo que el debate les salió bien a ambos y que los partidarios de uno u otro salieron satisfechos. A ellos mismos se les notaba contentos del resultado convencidos cada uno de haber ganado.
Aún queda un segundo cara a cara entre ambos, será interesante verles de nuevo.