Algunas novelas, como los buenos vinos, necesitan de tiempo para madurar. La del joven madrileño afincado en Málaga ha requerido de casi 20 años para ver la luz. Recuperada de un viejo disquete, ‘Península’ fusiona la fantasía de quien sueña con ser escritor con el mordaz análisis de la actualidad de quien ahora lidia con lo mejor y peor de la política. Una distopía editada por Mitad Doble que nos descubre un nuevo, o quizás viejo, Santi Fernández Patón, tras sus obras Miembros Fantasma y Grietas (XIX Premio Lengua de Trapo 2014).
Una historia guardada en un disquete durante casi 20 años.
–Creo que es la primera o segunda que escribí en mi vida cuando estudiaba la carrera, cuando decidí que me quería dedicar a escribir. Hace cinco años la encontré y la fui reescribiendo poco a poco. La historia me parecía escrita por alguien diferente a mí, al inventar todo un mundo cuando ahora soy un escritor de corte realista que recurre a lo que le rodea. Me influyó mucho en su día ‘Ensayo sobre la ceguera’ de Saramago pero aquí encuentras las mismas preocupaciones que han marcado el resto de mis obras, cómo lo social acaba repercutiendo individualmente en nuestra subjetividad y nuestra manera de sentir.
¿Qué vamos a encontrar ella?
–Es una alegoría sobre cómo nos adiestran a mirar de una cierta manera, hasta el punto de que nos creemos que lo que vemos es la realidad y que si nos rebelamos contra ese estado de cosas en soledad podemos estar condenados al fracaso y que más vale compartir la lucidez con los demás.
Transcurre en una pequeña península muy particular, apenas unida al continente por un escarpado istmo.
–Tiene como protagonista a un joyero clandestino, Benito Menlao. Se crió en un orfanato, aprendió el oficio del orfebre pero cuando le toca ganarse la vida las autoridades han prohibido dedicarse a cualquier labor que no reporte una utilidad inmediata y material. Sufre porque su mejor amigo está trabajando en un gran centro, El Copiador, donde se dedican a transcribir todo el saber, como operarios alienados. De pronto este joyero empieza a ver cosas que nadie más ve y se da cuenta que quizás esas cosas no son producto de su imaginación.
¿Cuánto de autobiografía hay en esta obra?
–Para mí esta novela es una especie de autobiografía “de juventud velada”. No tiene nada que ver con mi vida, al ser una fantasía pero sí de a dónde puede acabar uno si no acaba persiguiendo esa forma de compartir. En ese sentido, lo que en el libro es la joyería para mí era en aquel tiempo la literatura y el Copiador era cualquier trabajo de oficina, en mi caso, muchos años de teleoperador.
Muchos te habrán preguntado por su similitud a la situación actual de España...
–Quiero pensar que hay poco, que si lo hubiera escrito hoy en día la habría hecho de manera diferente. Tengo la sensación compartida de que este país desde mayo de 2011 ha cambiado. Hay una toma de conciencia colectiva que nos llevó a encontrarnos en las plazas y trabajar en común. La novela alerta de los riesgos de enfrentarnos a lo que no nos gusta en soledad, creo que ese mensaje hoy en día quedaría anticuado aunque hay gente que cree que no.
¿Publicar hoy en día es más fácil para los que empiezan?
–Sí, sobre todo con las nuevas tecnologías. El gran reto del escritor en la actualidad no es tanto el soporte como la difusión y la distribución, ahí entra el buen hacer de las editoriales. El soporte digital está bien como comodín, tiene su utilidad, pero al final con la cantidad de horas que pasamos en pantallas cada día, uno lo que quiere es pasar páginas, volver atrás para releer y contra todo pronóstico el libro en papel ha sido irreductible. Lo importante es que las historias encuentren lector y ese ya es otro debate muy largo.
¿Dónde podemos encontrar el libro?
–En cualquier librería de Málaga, pero con más seguridad en la Librería Proteo, donde la asociación Mitad Doble que lo ha editado tiene su sede e imparte talleres de escritura creativa, actividades aunque ahora también van a darlos aquí en Lagunillas.
Entre nota y nota de prensa, ¿da tiempo a seguir escribiendo? ¿En qué proyecto estás trabajando?
–Da algo de tiempo. Va por rachas. Hace unos meses puse el punto y final a una novela extensa y estoy buscando editoriales nacionales para ver si ve la luz. Es una historia que arranca en los años 90 con la corrupción del PSOE y que relata cómo a los hijos de aquellos que vivieron en primera persona la corrupción les ha marcado en su vida cotidiana. Y hasta aquí puedo leer. n