Una entrega en la que los amores de los protagonistas y el nuevo intento de acabar con Lord Voldemort se reparten el protagonismo y en la que la complejidad de la trama y su seriedad contrasta con los más fantasiosos filmes anteriores.
Pero además de por su contenido, Harry Potter y el misterio del príncipe es esperada porque es la adaptación de la sexta y penúltima aventura del mago y sus amigos, y, por tanto, el preámbulo de los dos filmes en que se dividirá el séptimo libro, que cerrarán la historia y que llegarán a las pantallas en 2010 y 2011.
Además, la espera para ver el sexto filme de Potter se ha hecho más larga ya que inicialmente debía haberse estrenado el pasado otoño, pero la Warner decidió retrasarla a este verano para lograr una mayor taquilla.
Y la decisión parece haber sido la acertada a juzgar por las enormes expectativas ante el estreno –el próximo día 15 en un gran número de países como España– de la historia que marca el inicio de una nueva etapa, más adulta, en las aventuras de Harry Potter y sus amigos Hermione y Ron.
Los seguidores de las batallas mágicas entre Potter y la escuela Hogwart, por un lado, y Lord Voldemort y sus secuaces, por otro, están más ansiosos que nunca por ver en imágenes la sexta entrega de una saga ideada por la británica J.K.Rowling hace doce años.
Algunos analistas apuntan a la posibilidad de que alcance los niveles de los filmes más taquilleros de los últimos años.
No sería extraño que consiga este éxito si tenemos en cuenta que las cinco películas hasta ahora estrenadas del mago se encuentran entre las 21 más taquilleras de la historia del cine.
Unas cifras sorprendentes que en el caso de Harry Potter no lo son tanto ya que las aventuras del mago en los libros de Rowling han vendido 400 millones de ejemplares en todo el mundo.
Cada uno de los lanzamientos de los siete capítulos que componen la saga literaria ha sido un acontecimiento que ha excedido ampliamente el ámbito literario, al igual que ocurre con los filmes.