En la jornada de ayer el Ayuntamiento de Algatocín inició los trabajos mediante los que se procederá a ampliar el tanatorio municipal, un espacio que forma parte de las instalaciones del nuevo cementerio.
Según se ha informado desde el Consistorio, el proyecto de ampliación se llevará a cabo en diferentes fases. Por un lado, las obras que acaban de comenzar se centrarán en la construcción de un pórtico de estructura mixta a modo de pérgola abierta a la entrada del tanatorio, que contribuirá a hacer más cómoda la estancia a las personas que se dan cita en las instalaciones, sobre todo en época de lluvias. Por otro lado, una vez finalice la construcción de la pérgola, en fases posteriores, se realizará la ampliación de la sala-tanatorio y se creará una capilla, lo que haría que no fuese necesario trasladar los féretros desde el tanatorio hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Algatocín para oficiar los responsos, con la molestia que ello supone para los familiares y allegados del fallecido, ya que este acto podría ser llevado a cabo en el propio cementerio.
La primera fase de la ampliación del tanatorio municipal de Algatocín dispone de un presupuesto de 30.000 euros incluido en el Plan Provincial de Asistencia y Cooperación 2019 de la Diputación de Málaga. Las obras están siendo ejecutadas por la propia administración local, contarán con la participación de varios trabajadores del municipio y tienen un plazo de ejecución de dos meses.
El nuevo cementerio de Algatocín se ubica en el paraje de “Los Hoyos” y su apertura se produjo hace alrededor de cuatro años. Haciendo un breve recorrido cronológico, los terrenos donde actualmente se sitúa el cementero fueron adquiridos a finales de la década de los 90. En los años posteriores se ejecutaron en los mismos diferentes fases para la construcción del nuevo camposanto a través de una serie de planes provinciales, subvenciones impulsadas por la Diputación de Málaga que, en la creación de esta instalación, sumaron un presupuesto total cercano al millón de euros. Una vez finalizadas las múltiples fases señaladas anteriormente, el cementerio aún se encontraba por concluir. Además, el hecho de que este espacio no contase con inversiones durante casi una década por motivos burocráticos y por la afectación de su acceso a una vía pecuaria, propició que algunas zonas del cementerio se deteriorasen con el paso del tiempo. Fue en el año 2012 cuando el Ayuntamiento reanudó los trabajos en el camposanto y comenzó a poner en marcha una serie de proyectos como el acondicionamiento del acceso, la instalación de un horno incinerador de restos, la colocación de un sistema de depuración de aguas, la dotación de mobiliario para el tanatorio municipal, la construcción de un muro de escollera en el exterior de las instalaciones, la instalación de nuevos nichos para restos, la pavimentación del suelo, la construcción de una fuente que se abastece de un manantial natural, el arreglo de los baños y la instalación de agua caliente, el hormigonado del perímetro del tanatorio, la habilitación de un espacio para depositar cenizas y, por último, el vallado y adecentamiento de la parcela exterior del cementerio. Con estas obras realizadas entre 2012 y finales de 2015, cuyo presupuesto total alcanzó los 500.000 euros, las instalaciones fueron plenamente adaptadas a la legislación vigente.
