La tan inesperada como merecida victoria ante el FC Barcelona, no quizás por la balanza de ocasiones sino por el coraje y la casta desplegada en los momentos más duros, van a permitirle al vestuario de Unai Emery rehabilitar los daños causados hasta la fecha para seguir con este suave crecimiento tras las dos victorias ligueras.
Y es que lo del sábado fue para recordar. Tras varios días de severas críticas a varios futbolistas “desconectados” y hacia un técnico que parecía perder el timón del barco, el equipo rememoró su mejor etapa en forma de raza y furia. Creyó en la victoria y se alzó con ella ante un Barça que probablemente mereció mejor premio, pero no es menos cierto que pocos equipos son los que le levantan un partido a los culés si en esa chispa de suerte. Del 2-1 hay muchos aspectos positivos a destacar y algunos otros sobre los que seguir trabajando. En el haber, el carácter del equipo y la actitud de un Gameiro que a día de hoy es, junto a Coke, el futbolista más en forma del plantel. Otros, como Krychowiak vuelven a mostrar su mejor versión que le debe ayudar para enderezar la regularidad. Iborra demostró con creces que, al igual que el año pasado, no desentona haciendo las veces de enganche. Y Andreolli, el último en llegar, es el mejor fichaje del verano, al menos según lo visto hasta la fecha. También fue una noticia positiva el minuto de gloria de Sergio Rico, que con tres sensacionales intervenciones salvó los muebles y sacó a relucir el carácter que tanto le pide Emery con una celebración como si de un título se tratase.
Pero ojo, que ni Puerto Rico es tan rico ni Santo Domingo tan santo. Hay otros que siguen sin enterarse de la película. Es el caso de N’Zonzi, y es que el francés volvió a mostrar sus carencias, aunque esta vez casi siempre fueron cubiertas por el polaco. El espigado centrocampista no encuentra su sitio y llama poderosamente la atención la falta de rigor a la hora de marcar al rival. Además, en velocidad le gana casi cualquier futbolista de Primera y encima Emery no cuenta con él en las jugadas a balón parado. No obstante, pocos dudan del criterio de Monchi sobre uno de sus fichajes estrellas del verano, pero aún está a años luz de su predecesor, M’Bia.
Apuntar también en el debe la pérdida de fuelle en la última media hora. Similar a lo acontecido frente al Rayo, el equipo se aculó en demasía y estuvo apunto de pagarlo caro. Para ello, el riojano Fernando Llorente debe convertirse en la referencia que se espera de él. Aún no ha entrado en la dinámica de equipo.
Toca recuperar lesionados
Es el momento de comenzar a pensar en positivo. Entre otros aspectos notables cabe destacar que en este parón al menos dos de los tres presuntos titulares lesionados podrían volver. Son los casos de Banega y Rami. El argentino, con un esguince en la rodilla, se lesionó ante el Celta para un mes y es posible que esté recuperado para el trascendental choque de Champions ante el City en Manchester. Similar es la situación del defensor francés, que incluso podría estar en el duelo a domicilio ante el Eibar tras el parón. Por su parte, al portugués Daniel Carriço aún le restarán dos semanas más.
