La representación de la provincia de Granada llegó en forma de comparsa con unos alcaldes que se mostraron, desde la presentación, dispuestos a resolver todos los problemas de sus vecinos.
La tanda de pasodobles la comenzaron con una letra en la que, cuando todo hacía indicar que se hacía referencia al maltrato, el giro inesperado dejó claro que era cosa de su mente. La segunda, con tintes políticos, fue para el racismo en España.
Cuplés de comparsa...: para Franco el primero y para la adicción al sexo el segundo. No sonaron mal a pesar de los nervios.