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El patronato decide disolver la Fundación Rafael Alberti

Millán Alegre opta por un patronato público y privado pero están abiertos a ideas

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  • Millán Alegre y Enrique Pérez exponen a los medios de comunicación la situación actual de la Fundación.
  • La idea de María Asunción Mateo de jubilarse y la situación económica apremian
  • Habrá que esperar al resultado del informe jurídico-económico
A pesar de que dos de los miembros del patronato de la Fundación Rafael Alberti, en este caso, Enrique Moresco y Millán Alegre, expresaron, el pasado martes, su deseo de continuidad para la fundación e informaron al resto de miembros del mismo (los hijos de la ex presidenta y fundadora de la misma, María Asunción Mateo), las gestiones que se estaban desarrollando con otros organismos públicos con el objetivo de respaldar esta continuidad en la medida de lo posible, pues la mala situación económica también ha hecho mella en este ente cultural, proponiendo por tanto una modificación de los estatutos para permitir el nombramiento de nuevos patronos dee dichos organismos, no se pudo alcanzar la mayoría necesaria de tres cuartas partes de los miembros del patronado para aprobar dicha modificación, por lo que la propuesta quedó desestimada.

Los patronos representantes de la familia, David y Marta Borcha, consideran, como explican en un comunicado de prensa que, “dado que María Asunción Mateo venía desempeñando también las funciones de dirección de forma desinteresada, y debido a la actual situación económica, resulta inviable continuar llevando a cabo los fines fundacionales recogidos en los estatutos. Por ello proponen la extinción de la fundación y la creación de un centro museístico y cultural, dedicado a la vida y obra de Rafael Alberti, que dé continuidad a la conservación, exposición e incluso ampliación de la donación actualmente depositada en la sede”.

Al parecer, la fundación como tal requiere de participación familiar del artista, y el secretario de la fundación, Enrique Pérez, admite que “María Asunción tiene derecho a jubilarse, a pesar de no tener un cargo remunerado y sus hijos no pueden cubrir su puesto porque no están afincados en El Puerto y no lo pueden hacer de manera altruista”. Por otro lado, asegura que era deseo del poeta que Mateo fuera la figura que guiara su Fundación, por ello pretenden que no haya ningún otro patrono, “porque nadie podría hacerlo como ella”.

Aclara además que las funciones de una fundación son mayores a la del futuro museo o centro, pues es también un centro de investigación, difusión, publicación, lectura, etc “y ya en estos momentos era imposible mantener todas las actividades”.

Con todo, ahora se tiene que poner en marcha, como explica el edil de Cultura y miembro del patronato, un estudio jurídico y económico (una vez aceptada por todos los miembros del patronato la decisión de los familiares y la voluntad de Mateo como patrona fundadora y depositaria de los derechos morales del poeta), que realizarán los técnicos municipales y que tendrá que dar viabilidad a la extinción de la fundación. Tanto si la respuesta es afirmativa como si no el patronato volverá a reunirse para tomar el camino que se marque.
Hasta que esto ocurra la sede de la calle Santo Domingo permanecerá abierta, pero sólo será el conserje municipal el que haya su función de velar por el patrimonio existente, pues como marcan los estatutos “todos los bienes culturales, instalaciones y equipamientos, pasan a pertenecer al Ayuntamiento, que tiene el compromio irrenunciable de mantener, mediante cualquiera forma de gestión, la conservación, estudio y difusión de dichos bienes”. El secretario, Enrique Pérez, se verá si puede formar parte del centro o museo del poeta portuense, pues es el único trabajador que depende de la fundación en estos momentos. Con todo, “todo el patronato se compromete a colaborar en el proceso de transformación de la hasta ahora fundación en el proyecto de un centro dedicado a Rafael Alberti, que albergará la donación realizada en 1978 a la ciudad de El Puerto por el poeta y su primera esposa, María Teresa León. Patrimonio que se ha visto incrementado con la donación fundacional que el autor y su segunda esposa, María Asunción Mateo, realizaron al constituirse la Fundación en 1994, así como por las nuevas adquisiciones realizadas por la institución durante todos estos años”.

Patronato mixto

Millán Alegre apuesta, siendo sólo una idea porque confiesa que están abiertos a que cualquiera participe, a un patronato con colaboración privada y pública para mantener el futuro museo o centro, con el fin de que “siga en manos de esta ciudad”, además, será “la manera de asegurar que ningún color político puede hacer y deshacer”.
Por lo pronto, la Concejalía de Cultura se encargará de, a pesar de la falta de dinero y tiempo, gestionar y organizar las actividades de cara a la celebración del cumpleaños del poeta en el mes de diciembre, con una lectura de sus poemas, como era su deseo y como se ha venido haciendo todos estos años.
En definitiva, “se cambia el modelo de gestión pero el legado va a seguir estando aquí”, porque así lo quería Rafael Alberti.

Deuda pendiente

En otro orden de cosas, la situación económica de la Fundación ha cambiado porque arrastra un préstamo contraído en la época de la anterior legislatura, pues se consiguieron ayudas para la ampliación de la casa, pero no para la de la exposición ni el mobiliario, por lo tanto, se tuvo que solicitar dinero. Además, siguen buscando la fórmula para pagar al anterior secretario. Con todo, el secretario no quiere anunciar la cifra de esta deuda

Por otro lado, y sin que tenga que ver con el asunto, la casa que se cedió a Alberti y en este caso a su viuda reconoce Alegre que “fue un acuerdo plenario mientras vivieran los dos”.

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