La política de tasas municipales del Gobierno formado por PSOE e IU parece que se antoja injusta para con los comerciantes ambulantes del mercadillo de los martes, comúnmente conocido como los gitanos.
Al parecer, y según relatan los propios comerciantes ambulantes, muchos de ellos no han podido ocupar su puesto habitual en el mercadillo debido a que esta mañana, los policías locales tenían orden de, a todo aquel que no pagara o no hubiera pagado las tasas, no dejarlo colocarse.
Así lo denuncian varios de estos comerciantes, que han visto como algunos compañeros "han tenido que dar marcha atrás e irse porque no traían dinero para pagar", cómo otros han tenido que pedir dinero prestado para poder hacer frente a un pago de 263 euros, cuantía que suma el primer trimestre del año y que tienen que pagar antes de que expire la tercera semana del primer mes de dicho trimestre, como ha ocurrido en esta ocasión. Otros comerciantes, que conocen a los agentes, han podido solicitar colocar su puesto para ir después a pagar la cuota pendiente.
Ante este hecho hecho, la indignación entre los propios comerciantes es mayúscula. En primer lugar, entienden que no es justo que, siendo de los ayuntamientos más caros en materia de tasas, encima obliguen a los comerciantes a tener que hacer frente a este pago antes de que venza el trimestre, de manera que, si por cualquier incidencia o vicisitud no pueden ocupar su puesto en el mercadillo, pierden dinero.
Por otro lado, no consideran que sea la manera justa de atender a los comerciantes, puesto que, llenan el mercadillo de vida, intentan ganarse "un jornal" y encima "nos vemos ante esta situación" de indefensión, explican.
La ciudadanía tampoco está de acuerdo con esta situación, que esta mañana ha dejado una imagen de espacios vacíos en el mercadillo de los martes, que en principio pensaban que había sido ocasionado por las bajas temperaturas que se están registrando en la ciudad en las últimas semanas, pero que se trata de la actitud recaudatoria del equipo de Gobierno. Los portuenses lamentan que se apriete tanto a "quien intenta ganarse dos duros con su negocio. Tanto apretar el cuello a la gente no es bueno, y después nos pasa lo que nos pasa, que El Puerto se queda vacío y todo el mundo, tanto comerciantes como clientes, se van a Jerez, y con razón".