Es uno de los alcaldes más jóvenes de la provincia y está al frente de una de las ciudades más emblemáticas del sur de España. Lo hace con un gobierno en minoría, apoyado por Ciudadanos, y pese a las noticias que apuntan a un posible pacto con Vox para garantizarse la mayoría absoluta, Germán Beardo insiste en mantener la línea actual de intentar llegar a acuerdos con los diferentes partidos representados en el pleno. En esta entrevista nos habla de sus proyectos, pero también de sus retos, entre los que se encuentra ahora hacer frente al problema generado por la dirección de Airbus y que afecta directamente a la factoría portuense.
“Tenemos como obsesión acabar el proyecto de Pozos Dulces”
¿En qué punto está la situación generada por Airbus, por la repercusión que tiene sobre su municipio?
–Como ayuntamiento nos hemos puesto desde un primer momento en contacto con el comité para ofrecerle nuestro apoyo institucional para el mantenimiento del empleo y para la proyección del sector aeronáutico. Creo que es una crisis coyuntural. Estamos en un tiempo difícil en el ámbito internacional y que con el tiempo se va a poder arreglar. Lo que sí debemos tener todos claro es que en este proyecto europeo de Airbus, tenemos mucha gente especializada, que hace un trabajo de calidad, y la máxima defensa que podamos hacer como institución la van a tener, coordinándonos con la Junta y pidiéndole al Gobierno de la nación para que todos vayamos a una.
La industria auxiliar habla ya de la necesidad de diversificar el sector, ¿han recibido propuestas para iniciativas que necesiten suelo?
–Hemos recibido propuestas de instalación de grandes empresas, y posiblemente tengamos la suerte de albergar en suelos de Visteón una empresa que puede ayudar a revalorizar esos suelos. Se ha abierto un pliego de condiciones para esos suelos y esperamos celebrar un concurso de adjudicación. Va a haber buenas noticias, y para el sector aeronáutico, y eso es lo que nos lleva a pensar que la situación de Airbús puede ser transitoria y por eso hay que sostener el empleo existente.
Torrot va a dejar su proyecto en Zona Franca. Otro proyecto frustrado para la Bahía. Los proyectos en los que ahora tiene esperanzas, ¿qué garantías tienen para que esto no les vuelva a ocurrir?
–Es una de las cuestiones que me preocupan. Porque cuando se habla de generar empleo, es hablar de esperanzas para la vida de la gente, y me gusta ser serio en estos temas. Cuando me plantearon la recuperación de los terrenos de Visteón dije que había que elaborar unos pliegos de condiciones muy fuertes para que no viniera un cualquiera. Se elevó al medio millón de euros el aval para el concurso, y ser estrictos en el grado de cumplimiento de la inversión. Por eso estoy confiado en que quien se presente al concurso para instalarse tendrá todas las garantías para que no juegue con las esperanzas de nadie.
Sí, pero eso implica que las empresas también se quejen por los retos que tienen que superar para poder poner en marcha sus proyectos.
–Posiblemente, pero al menos el estudio de mercado que hemos hecho para la instalación de industrias nos dice que quien viene con un proyecto serio, con recorrido, no lo hace por pedir ayudas, sino para que se le facilite administrativamente la tarea. Podemos ser flexibles en temas administrativos, con licencia concedida rápida, modificaciones del PGOU si son posibles, pero no supeditados a ayudas concretas.
Uno de los proyectos más emblemáticos que tiene entre manos es el desarrollo del margen derecha del río. ¿En qué plazos están?
–Tenemos como obsesión acabar Pozos Dulces, tanto la cubierta como el aparcamiento subterráneo. En una segunda fase la reforma del parque Calderón para recuperar una zona de paseo, y por último, con fondos Edusi, destinar 3,5 millones al proyecto del paseo fluvial que conecte el actual Milwaukee con el varadero Pastrana. Eso será un espacio amable, verde, con carril bici, y que conecte con el casco histórico. Cuando la margen derecha e izquierda estén recuperadas podremos proyectar el puente que una las dos orillas entre Valdelagrana y el centro histórico.
Cuando uno va a El Puerto se aprecia su crecimiento por la periferia, y no sé si están sufriendo lo que ocurre en otras ciudades, que es la despoblación del centro.
–El Puerto es una ciudad que por la dispersión que se produjo en los 90 hizo que mucha gente que vivía en el centro se fuera a la periferia, pero esa expansión no se hizo de forma cohesionada. Eso provocó una ciudad muy dispersa y que muchas casas del centro no estén adaptadas a las necesidades habitacionales del siglo XXI. Ha habido mucha despoblación en el centro y necesitamos unas diez mil personas más para que vivan en él, ya sean turistas o residentes. Por eso nos hemos centrado en llevar la aprobación de un plan especial para el casco histórico que permita amparar todos los proyectos turísticos y residenciales.
¿Van a peatonalizar calles del centro?
–El proyecto de ciudad amable, que lo financia la Junta, prevé la peatonalización de determinadas calles de acceso al centro. Es aplicar el plan de movilidad, que fue aprobado por todos los partidos. Los centros de las ciudades que funcionan son aquellos que cuentan en el alrededor con espacios para aparcar el coche, transporte público eficiente, y en los que se puede pasear sin que pasen coches. En Jerez, Sanlúcar y Cádiz funciona así.
¿Estará Pozos Dulces terminado este verano?
–Ahora mismo están acabando el acerado, en las próximas semanas empezará el vial definitivo y concluir el periodo societario hasta mayo con la entrada de un socio inversor para que en este año acabemos con la cubierta y el subterráneo.
Cuando se celebraron las municipales llegó a un pacto con Ciudadanos, pero para asuntos importantes, como los presupuestos, necesita más apoyos. ¿Tiene cerrado ya ese acuerdo con Vox del que se viene hablando desde hace unas semanas?
–Tenemos un acuerdo de gobierno con Ciudadanos. Somos 11 y nos faltan dos para la mayoría absoluta. Pero no nos sentimos incómodos a la hora de negociar a derecha e izquierda los temas que llevamos al pleno. Creo que El Puerto, pocos entenderían si se hiciera una política de bandos. Es más útil para los portuenses que vayamos a políticas de consenso. No tengo problemas en pactar determinados acuerdos con Vox, con el PSOE, con Adelante o el grupo mixto. Con los presupuestos y las ordenanzas haremos igual, siempre dentro de los límites de nuestro programa de gobierno, pero entendiendo que El Puerto está como está y si todos arrimamos el hombro mucho mejor.
Entiendo entonces que, por ahora, no tienen ningún pacto con Vox.
–Por ahora no.
Pero no lo descarta.
–Yo no descarto llegar a acuerdos con ningún partido.
¿No ralentiza en exceso la gestión el que tengan que ir pactándolo todo?
–Todo tiene sus pros y contras. Las mayorías pueden hacerlo todo más rápido, pero también generar menos complicidades con el resto de grupos.
Analizando la política local veo un problema. La oposición le sigue sin coger el punto a su labor. Incluso el PSOE tiene a David de la Encina con un tema del que ya no se habla, pese a su importancia. Para el alcalde puede que sea bueno, pero no sé si para la ciudad.
–El PSOE todavía no se ha dado cuenta del revés en mayo. Consideraban que podían ganar las elecciones, y De la Encina en una situación personal y política no ha sabido llevar la labor y no tenemos un interlocutor válido con ellos. Adelante es todo lo contrario a un grupo y Vox todavía no se ha dado cuenta de que si no ayuda al gobierno en un programa razonable, ayuda a Podemos y al PSOE, que pocos votantes suyos entenderán.
Dentro del PP, ¿usted dónde está: más Iturgaiz, más en la línea de Feijoo, en la de Rajoy?
–Me considero que milito dentro del espacio que nos corresponde en el PP, que es en el centro reformismo, asimilable al centro derecha europeo, liberal, muy cómodo dentro mis siglas.
¿Considera que la fusión de marcas de la derecha les beneficia o les perjudica?
–Te hablo de mi experiencia personal. Más allá de las marcas y los partidos, creo en los discursos ante las necesidades de la gente. Yo vi lo que necesitaba El Puerto y adapté las necesidades a los mensajes en los que creía y en los que se respondía a lo que pedían los ciudadanos. El partido tiene gente que sabrá detectar las necesidades de la ciudadanía y aplicar el discurso del partido. Yo creo que cuanto menos votos se pierdan mejor, si me pregunta por si tiene que ir PP con Cs, pero las necesidades de Galicia y de otra región puede que difieran mucho.
Dígame tres retos de El Puerto en este mandato, y no valen los ya citados
–Recuperar El Puerto de Santa María como ciudad que esté al frente de la provincia, en el sentido turístico, patrimonial, musical, gastronómico. Estamos en el corazón de la Bahía y durante muchos años ha ido en decaída y hemos vuelto al crecimiento. Segundo, devolver al centro la existencia de una ciudad amable, con proyectos de rehabilitación y de acomodar la ciudad a la necesidad de los portuenses y de quienes nos visitan. Hacer un centro de una ciudad cohesionada. Y tercero, dar servicio a la ciudadanía en función de los impuestos que pagan. Tenemos que rebajar las cargas fiscales, pero seguir prestando servicios públicos de calidad en función de nuestras competencias.
Cuando estaba en el sector privado, trabajaba muy de cerca del sector empresarial, ¿cómo paga el Ayuntamiento a sus proveedores?
–Regular. Porque desgraciadamente uno de los retos que tenemos es adecuar la administración local a los sistemas ágiles, y no la burocracia lenta y costosa actual. Hemos aprobado una nueva ordenanza de licencias para que quien invierta no se encuentre con mil papeles. Pero también tenemos que trasladar todo eso al área económica. No hay problemas de tesorería. Tenemos superávit. Lo que no tenemos es músculo administrativo. Han pasado muchos años sin revisar el plan de ajuste y tenemos el ayuntamiento lleno de boquetes, necesitamos más recursos humanos. Si nos llegara más dinero para hacer más proyectos, necesitaría más técnicos para el área de contratación o contabilidad.
¿Ahora mismo se ven impedidos para hacer más contrataciones?
–Ahora mismo sí, porque todo nuestro ahorro se centra en el capítulo 1 de personal, en el que año a año todas las plazas de las personas que se jubilan se amortizan, sin distinguir la funcionalidad, algo que es lamentable. Lo lógico es hacer un planteamiento de amortización de plazas en cuestión de la funcionalidad.
¿Vais a recuperar la ordenanza de convivencia?
–Recuperar la que se derogó, no, porque la ciudad del 2012 se parece pero no es la misma de 2020. Vamos a tener ordenanza de convivencia y seguridad ciudadana porque en 2020 nos encontramos con problemas de ocupación de viviendas, peligrosidad en algunas calles, la protección del comercio, para dar a la Policía local un marco normativo que le permita frenar la delincuencia. Aún así, somos una ciudad segura, y lo dicen los informes de la Policía Nacional, que señala que los índices de delincuencia son cada vez menores. Cuanto más segura mejor para todos.
¿Por qué no han salido los pliegos de la plaza de toros?
–Es verdad que no es un problema de trabas administrativas, es que estamos cambiando por completo el modelo de gestión. Entregar la plaza a un empresario y que el ayuntamiento pierda el control durante 365 días al año ha sido un fracaso. Estando como está el mundo del toro y sabiendo que la plaza real no es solo un espacio para dar toros, sino para proyectos deportivos o conciertos, vamos a sacar un pliego que determine que en unas fechas habrá toros, pero el resto del año el Ayuntamiento es el gestor de la plaza para conveniar espectáculos durante todo el año.
¿En qué situación se encuentra el desarrollo de La Puntilla?
–En menos de un mes lo llevaremos a pleno. Los suelos los tiene que poner a subasta Autoridad Portuaria. Parece que ya ha habido interés por invertir en esos suelos.
Horeca ha sido muy crítico con el turismo en El Puerto. ¿Ha mejorado la situación?
–El Puerto siempre ha sido lugar de segunda residencia para muchos veraneantes, pero para ganar competitividad tenemos que potenciar el tema gastronómico, el espacio arqueológico de Doña Blanca, y terminar los procesos de hoteles a pie de playa, el del club Mediterráneo y el de La Puntilla, y que el nuevo plan especial del centro histórico permita la instalación de pequeños hoteles con encanto y apartamentos turísticos, que permitan la confluencia entre el turista residencial con la gente que viene a veranear.
¿Fue un error plantear un aparcamiento subterráneo en la plaza de toros?
–Yo creo que no, pero estuvo mal explicado. Cuando se planteó se vendió solo que se iba a hacer un aparcamiento, cuando era trasladar el aparcamiento en superficie al subterráneo y crear en superficie nuevos espacios de adecuación. Yo lo que ahora sí tengo en mente es adecuar los alrededores de la plaza.