El senador del Partido Popular Rafael Hernando ha pedido este sábado que se pongan fin a "los pulsos internos" en el seno de su formación que han estallado desde que se conociera el supuesto espionaje al hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para intentar acreditar el posible cobro de comisiones a cambio de contratos públicos.
"Los pulsos internos han de acabar. ¡Basta ya!", ha escrito el parlamentario 'popular' en su perfil en la red social Twitter sobre la guerra interna entre la Dirección Nacional del PP y el equipo de la dirigente madrileña.
Hernando ha apuntado que ni el propio partido, ni sus militantes, ni España, "ni mucho menos el centro derecha (...) merecen el espectáculo y escarnio público de los últimos días".
Cada vez más voces reconocen en privado a Europa Press que la única solución a esta guerra abierta pasa por una "renovación total" en el Congreso Nacional del PP, que está previsto en principio para el mes de julio.
Además, la mayoría de los cargos consultados censuran la actuación del secretario general del PP, Teodoro García Egea, porque llevan "meses advirtiendo de que esto iba a explotar" y recriminan a la dirección nacional que haya sido incapaz de frenar antes esta lucha interna con Ayuso, dejando que el enfrentamiento se haya enquistado, poniendo fin a una larga amistad de 17 años.
Los barones territoriales del PP se han pronunciado de forma distinta sobre esta guerra interna, aunque los cuatro mandatarios autonómicos 'populares' sí que han coincidido en señalar la gravedad de la situación.
Eso sí, el presidente murciano, Fernando López Miras, ha sido el único que, por el momento, ha cerrado filas con la gestión de la dirección nacional de la formación y su secretario general, Teodoro García Egea.
Por su parte, el mandatario autonómico gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha reclamado una reunión entre Ayuso y Casado para resolverlo sin la necesidad de convocar un congreso para resolver esta situación. Su homólogo de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha reconocido indignación de los afiliados y el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, ha pedido "unidad".