La Audiencia Provincial de Cádiz ha absuelto a un hombre que fue condenado a nueve meses de prisión por un delito de malos tratos a su pareja, una acusación que tanto él como su novia habían negado, en contra del testimonio de unos jóvenes que supuestamente habían observado la escena desde la calle. Los hechos que han dado lugar a esta sentencia se remontan a las dos de la madrugada del pasado mes de mayo cuando unos jóvenes alertaron a la policía de que un hombre estaba agrediendo brutalmente con puñetazos y patadas a una mujer en un balcón de un edificio ubicado en el número 10 de la Plaza de San Juan de Dios de Cádiz. Los agentes que acudieron al lugar entraron en la casa ubicada en la segunda planta del edificio, que desde hace diez años comparten el acusado y su pareja, quienes, según ha contado a EFE su abogado, José Luis Sariego, al escuchar el jaleo de las sirenas salieron al balcón a ver lo que ocurría. Tras la detención, el juzgado de lo Penal número 2 de Cádiz condenó al hombre a nueve meses de prisión en una sentencia que fue recurrida ante la Audiencia Provincial. Este órgano judicial ha anulado ahora aquella condena en una sentencia que recuerda que tanto el acusado como su novia han negado desde el principio que se hubiera producido agresión alguna, que ni en la mujer ni en la casa se apreciaron señales de violencia y que los testigos de la calle escucharon a la víctima llamar a su agresor Paco, cuando el procesado se llama Antonio y varios de sus vecinos se llaman Paco o Francisco según consta en los buzones. “Todo lo cual provoca una duda razonable, no tanto de que efectivamente ocurriera en la zona una agresión sexista y brutal sino sobre el hecho del acierto en las identificaciones tanto del balcón como de los protagonistas”, explica la sentencia.

El abogado de la pareja ha asegurado que sus clientes piensan demandar al Estado por una situación que, entre otros, les causó problemas como tener que anular su boda porque la sentencia impuso al hombre, además de la pena de prisión, la prohibición de aproximarse a ella a menos de doscientos metros.